Estás en esa deliciosa etapa del sueño en la que, ni el ronquido del otro ni los ruidos de tu alrededor, te inquietan… ¡Claro, hasta que el reflujo te hace despertar! Y es que, si la acidez que “quema” la garganta no te hace regresar a la realidad, la sensación de náusea sí…
«Y es que está sensación ocurre cuando el músculo al final del esófago no cierra bien; lo que permite que el contenido del estómago regrese (suban por la tráquea), causando irritación en las áreas afectadas”, describe la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Síntomas poco conocidos…
Si bien el que se “suba el chile” es evidencia de que tienes reflujo, existen síntomas que por lo poco frecuentes pueden pasar desapercibido. ¡Aquí algunos!
1. Exceso de saliva
En especial si ocurre después de ingerir algún alimento.
2. Neumonía
Cuando los ácidos escapan de tu estómago, no solo irritan tu garganta, también el camino hacia tus pulmones.
3. Sabor amargo
De acuerdo a investigaciones de la Clínica Mayo, los jugos gástricos pueden producir en las papilas gustativas un gusto agrio.
4. Problemas al tragar
El reflujo puede causar un estrechamiento de la garganta debido a la irritación o posibles cicatrizaciones.
5. Asma
Sobre todo, si los problemas al respirar que experimentas suceden en la noche, cuando estás dormida. Al elevarse el reflujo en el esófago, se puede desencadenar una irritación en las vías respiratorias.
Es importante que ante cualquiera de estos síntomas acudas con un experto de la salud, para que éste indique el tratamiento médico más viable para tu caso. ¡No los ignores!