LA “CULEBRA CON ALAS” EXISTIÓ EN UNA GRUTA DEL CERRO DE COXQUIHUI, ERA VENERADA POR LOS ANTEPASADOS DEL CERRO DE LAS VIVORAS EN COATZINTLA VERACRUZ.
Coatzintla Ver. Algunas leyendas son tan inverosímiles que en principio de cuentas no se creen pero, cuando las narra un protagonista y de tal manera, acaba uno por convencerse de que hasta las fantasías pueden hacerse realidad, y muchas cosas ocultas del pasado salen con mas luz y fuerza, para seguir alimentando la intensa curiosidad del ser humano.
La mitología esta plagada de encuentros con serpientes y dragones en donde hombres valientes las enfrentaron, e inclusive vencieron en sus propias cuevas donde se refugiaban estos animales que, se dice arrojaban fuego por sus fauces y volaban grandes distancias, en busca de su alimento que solían ser principalmente, rebaños de cabras y borregos.
Entre todos los monstruos de la tierra, el dragón parece ser el mas universal, y su historia la mas compleja, no obstante el origen de la noción de este ser en occidente es bastante sencillo y directo, la propia palabra “dragón” se remite a una voz griega que significa: “el de la vista aguda”, un epíteto, apropiado para cierta serpiente.
En latín la palabra griega se convirtió en draco y llego a significar “serpiente gigante”, para los romanos el dragón era una serpiente gigante, probablemente un pitón de la India o África y muy pocos tuvieron la oportunidad de conocer estas serpientes gigantes, y su información se reducía a las narraciones de los viajeros que tendían a ser exagerados y pocos precisos.
Dichas exageraciones e imprecisiones fueron integradas, en las obras reconocidas sobre la historia natural, y fueron repetidas y creídas durante casi dos mil años, el mas grande de los naturalistas romanos, Plinio, dijo sobre el dragón de la India que era: de tamaño tan inmenso que fácilmente envolvía a un elefante con su cuerpo y, que al final de una lucha ambos morían.
Plinio agrego otros detalles acerca de los dragones afirmo que los había en Etiopia, pero que estos median solo nueve metros de largo y que eran mucho mas pequeños que los devoradores de elefantes de la India no obstante, tal como sucede en el cuento tradicional del pez, el tamaño suele incrementarse, entre mas se repite una historia.
La obra de Plinio se mantuvo como la compilación fundamental sobre las ciencias naturales durante muchos siglos, al morir, Konrad Gesner, el primer autor de una obra sobre la historia natural desde el tiempo de los romanos, estaba trabajando en un volumen sobre las serpientes y pese a que no lo termino, este manuscrito fue corregido y publicado por otros investigadores de su época.
Pero resulta evidente que Gesner creía que los dragones eran unas serpientes gigantes de la especie del pitón, y esto dedujo al conseguir la mayor parte de la información de Plinio, e incluso repite algunas de las historias sobre dragones redactadas por este historiador, ya que en la versión inglesa de Gesner publicada en 1608, encontramos al dragón que ataca a los elefantes.
Otro indicio de que un dragón era una serpiente grande proviene de las primeras representaciones graficas de este animal, casi siempre se retrataba en forma de una serpiente gigante y con alas diminutas para su cuerpo, en la antigua lengua Germana, dragón significa: serpiente gusano, otras lenguas lo definen como; gusano espantoso, o gusano con patas.
Todas estas definiciones coinciden con un suceso que se dio en este municipio de Coatzintla en el estado de Veracruz, y que comprueba que en la antigüedad no muy lejana lugareños de un pequeño pueblo enclavado en la montaña de Cosquihui en el año de 1963, después de un vendaval y arrastre de lodos en una de las laderas, descubrieron el cadáver de una víbora descomunal.
Era de unos siete metros y treinta pulgadas de grosor pero, lo extraño es que tenia atrás de la cabeza un par de alas diminutas de la forma de los murciélagos, lo que causo el asombro de las personas que habían llegado a ese lugar atraídos por la curiosidad del suceso, y uno de ellos fue el señor Concepción Hernández, quien servía a las milicias en esos tiempos.
Era algo nunca visto dijo don Chon y así levante mi reporte ,desgraciadamente en ese tiempo no se contaba con equipo fotográfico que acompañara la redacción, el cuerpo de la serpiente se descompuso y se perdió esta evidencia que, narraban nuestros antepasados en sus leyendas y mitologías, acerca de la serpiente emplumada.
La ciencia a hallado vestigios de animales extintos de la antigüedad y que, existe la hipótesis de que se trata de los legendarios dragones, tal vez podría coincidir con lo que piensan los viejos habitantes de este lugar, descendientes de la cultura totonaca, que afirman que toda serpiente vieja se encueva y, espera pacientemente a que el alimento le llegue, y es allí donde le salen las alas, que son el presagio de su fin.