FALLIDO PLAN SALAMANCA
Mientras se avientan la bolita entre los tres niveles de Gobierno los únicos que pagamos los “platos rotos” en contaminación, somos los salmantinos.
Desde el año pasado comenzó a implementarse este plan con el fin de disminuir los problemas de contaminación; al principio se desplegaron varios operativos en el que participaron diferentes dependencias federales que concluyeron sus estudios y aunque se detectaron varios problemas, hasta el momento no hay soluciones concretas.
Por ejemplo, los dos inspectores de la ASEA ya se retiraron a las oficinas centrales en la Ciudad de México luego de los sismos ocurridos; la barda perimetral en Tekchem no va a contener la contaminación en la zona; en el cerro de la Cruz ya no se concluyó con el retiro de los residuos industriales; en el Temascatío continúa el problema de los residuos arrojados por la Ciudad Industrial de Irapuato.
El alcalde Antonio Arredondo ha comentado que ignora en concreto cuáles son las acciones ejecutadas en este plan y cuáles continuarán , pese a que él ha tenido de primera mano información brindada de los representantes de las dependencias ambientales federales, ahora imagine a los salmantinos a quienes finalmente no ha llegado la información correcta.
La última reunión informativa entre comillas se brindó para el propio personal de las dependencias, con cuello y mangas planchadas quienes sólo estuvieron un rato en Salamanca y después se retiraron a la capital del país, mientras los ciudadanos quienes diariamente lidian con los malos olores, nos quedamos en la completa ignorancia en relación a este plan.
LA DE TODOS LOS AÑOS
Una y otra vez, los gobiernos municipales se desgarran las “vestiduras” en el tema de la recaudaciones, vuelven a dar de que hablar y con el argumento para según garantizar la solvencia económica de sus administraciones, terminan no solo aprobando el 5% de aumentos de todos los servicios para el 2018, pero el colmo es el cinismo de evidenciar que hacen hasta un favor a los ciudadano apegarse a la sugerencia del Congreso, cuando si realmente lo quisieran podrían conservar los mismos impuestos e implementar un programa de austeridad que empezaría por la reducir de sus salarios a la mitad o hasta más.
VERGÜENZA
Quedó claro que en la pasada sesión de Ayuntamiento para los síndicos y regidores de la fracción del Pan y su compinches independientes, fue mucho más cómodo y conveniente votar por el aumento de los impuestos que buscar estrategias o hasta un “sacrificio” económico proponiendo una reducción de salarios, pero tal parece que los de la fracción del Pri fueron más pensantes, y sabedores que los del pan no sacrificaría sus ingresos, optaron por el voto en contra con tintes electoreros???