México está preparando una respuesta macroeconómica en caso de que Estados Unidos abandone el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque mantiene un escenario central de lograr una buena renegociación, dijo el lunes el canciller, Luis Videgaray.
Representantes de Canadá, Estados Unidos y México iniciarán esta semana la quinta ronda de negociaciones para actualizar el acuerdo. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con abandonar el TLCAN si no logra condiciones más favorables para su país.
Videgaray dijo en una entrevista radial que el banco central y la secretaría de Hacienda «están preparando» una respuesta macroeconómica, de la que no dio detalles, en caso de que Trump cumpla con la amenaza de dejar el convenio vigente desde hace más de dos décadas. No obstante, expresó que México espera llegar a un buen acuerdo en una «fecha próxima».
El canciller reiteró que el gobierno sigue trabajando en la diversificación de mercados, viendo cómo habría una revisión de aranceles con Norteamérica y el resto del mundo -si Estados Unidos sale del TLCAN- y cómo se protege la inversión extranjera en México porque mucha está actualmente en el acuerdo.
!Esas son las cuatro líneas que tiene que incluir un plan B», dijo Videgaray.
«Tenemos que estar preparados para todos los escenarios y uno de los escenarios es que Estados Unidos salga del tratado y como hemos dicho no es el fin del mundo, la economía mexicana es mucho más grande que el TLCAN», agregó.
El banco central advirtió la semana pasada que podría haber riesgos de un alza de precios si el peso pierde terreno por la evolución desfavorable de la renegociación.
Y el Fondo Monetario Internacional dijo el lunes que una terminación del TLCAN traería un retorno a los aranceles de nación más favorecida, lo que sería perjudicial para el comercio de México con su socio comercial más importante, podría debilitar el crecimiento y frenar las entradas de capital.
El organismo sugirió que, entre las diferentes respuestas de política a disposición de México, «las intervenciones temporales de divisas y la provisión de liquidez podrían ayudar a suavizar la extrema volatilidad» del peso, que ha cedido terreno en medio de la incertidumbre sobre el futuro del convenio comercial.