DICE LA TITULAR DE MEDIO AMBIENTE QUE LA PESTILENCIA ES DULCE
SALAMANCA SE HUNDE EN VIOLENCIA E INSEGURIDAD.
Como Cantinflas, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, vino a presumir que ella sabe muchos tecnicismos ambientales, hasta dio cátedra del significado de las palabras, tratando a los medios y a la ciudadanía como completos ignaros, todo su discurso acicalado sirvió para regañar a la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor porque supuestamente de ahí emanaron los “DULCES” olores del pasado 23 de julio, no lo estoy inventando yo, pues Isabel Ortiz Mantilla dijo que de Pemex emanaron compuestos orgánicos volátiles de la familia de los aromáticos cuyo olor es dulce, en esa parte para nada explicó lo que eso significa, pero ese día en ningún momento percibimos olores dulces, todo lo contrario, era un olor pestilente; aunque también dijo que también se detectaron algunos azufrados, estos últimos supuestamente pudieron haber provocado los olores a ajo pero tampoco es seguro, o sea sí, pero no y entonces ya no entendimos su explicación al estilo de Cantinflas.
Lo relevante es que expresó que esos olores nos afectan pero no dijo cómo lo hacen y precisamente eso es lo que a nosotros nos importa, más que saber si eran dulces o salados, queremos saber qué consecuencias dejan esos productos químicos, sin embargo sobre ese tema nadie dijo nada y así como llevó a Karina Padilla de la PAOT y la improductiva Beatriz Hernández, debió llevar al secretario de salud para que nos explicara los efectos, pero como todo inexacto, se limitó a culpar a RIAMA y a decir que sí nos afecta; pero no mencionó cuáles son las consecuencias de inhalar el químico, tampoco explicó cómo le afecta a nuestras aves, a los animales domésticos o a la vegetación; ahí es donde notamos la ignorancia de la titular de Medio Ambiente, pues habla mucho y dicen poco, igual que Cantinflas.
Eso no fue todo, porque en rueda de prensa Ortiz Mantilla dijo que el 19 de julio la SMAOT detectó emisiones irregulares de dióxido de carbono, pero no realizó ningún comunicado al respecto, entonces ella misma mostró su tardía reacción y tal como dice el dicho, se esperó hasta que se ahogara el niño para intentar tapar el pozo, pésimo.
En fin, sobre este tema, vamos a esperar a la Refinería para ver si emite algún comunicado, para enterarnos si el estado culpa a RIAMA porque tiene la razón o porque no tenía algo mejor qué decir; porque no se nos olvida que el día de los hechos, la paraestatal señaló que ellos trabajaban de manera normal, entonces ya veremos si es la realidad o se trata solamente de echar culpas sin sustento, como la ocasión en que la secretaria del medio ambiente María Isabel Ortiz Mantilla se atrevió a señalar que RIAMA emite el 80% del dióxido de azufre que se genera en todo el estado sin haber realizado un estudio que lo confirmase; así que ante acusaciones sin sustentos suficientes,pareciera que doña Isabel está irritada o de plano es una ignorante palabrera.
SALAMANCA SE HUNDE EN VIOLENCIA E INSEGURIDAD.
Desconozco qué se sentirá ocupar un cargo público de alto nivel, pero por la experiencia de ver administraciones ir y venir, considero que todos los “líderes”, tienen algo en común: la obcecación y la alucinación ¿Por qué? tal pareciera que no ven la realidad y no se percatan de lo mal que se encuentra la mayor parte de la ciudadanía, no perciben que la catástrofe se apodera del pueblo y evitan a toda costa que las personas se percaten de lo que está ocurriendo, soslayan los duros cuestionamientos y hacen hasta lo imposible para que todos veamos un “mundo color de rosa”; envían comunicados maquillados, falsos o irrelevantes y así pasan un trienio o un sexenio, creyendo que la gente está contenta, satisfecha y que es crédula de sus declaraciones, pero la gran mayoría sabe que esa no es la realidad.
Salamanca se hunde en el crimen, en la inestabilidad económica, en la ruina ambiental y eso a nadie le importa porque todo parece indicar que el más grande de los proyectos es hacerse de beneficios personales que por supuesto tienen como eje central el poseer, el enriquecerse y enaltecer nombres y apellidos.
Así estamos viviendo, mientras la gran mayoría se hunde, un grupo minoritario presume que todo va bien y que el contexto social mejora pero ¿a quién quieren engañar? Por más que quieran revestir la verdad, es incuestionable que Salamanca se hunde y que el estado de Guanajuato está en decadencia, porque ya nadie está seguro y permanecemos prácticamente a la merced de la delincuencia.
Ahora no podemos salir tranquilos porque definitivamente en cualquier descuido estamos en manos de la transgresión y después pasamos a manos de la injusticia y nos quedamos viviendo en la arbitrariedad, simplemente porque las llamadas “autoridades”, no están trabajando para favorecer a la ciudadanía, están “trabajando” para satisfacer sus necesidades, las de sus familias y amigos, por eso, por no tener dirigentes interesados en servir, estamos viviendo en medio del hundimiento, la opacidad, el timo y la catástrofe en varios contextos.