El campeón ni sus luces. León hilvanó su tercer descalabro en casa y la defensa de la corona va en caída libre. Puebla sobre la hora se llevó el botín completo de la cancha del Nou Camp. Marcador final de 2 por 1 que confirma a los enfranjados como la grata revelación del torneo.
Para La Fiera no fue suficiente haber recuperado la memoria sólo 45 minutos. La ventaja momentánea que consiguió Ángel Mena tiró a la hamaca a una escuadra esmeralda que hacia el cierre del compromiso careció de todo y su displicencia la pagó bastante cara.
Mena probó primero a puerta, pero Silva en el fondo desvió, después al mismo “Ángel del Gol” le quedó largo un centro exacto de Tesillo que picó dentro del área chica y en una tercera acción sobre la puerta camotera, Antony Silva le dijo que no a un frentazo de Barreiro que se había elevado con toda la ventaja sobre segundo poste.
En 20 minutos el juego se pintaba en tonos verde y blanco, sólo que faltaba la precisión en ataque, donde por cierto “El Puma” Gigliotti retornó a la titularidad, acompañado en esta oportunidad por Jean Meneses; además, Nacho Ambriz decidió mantener a Navarro en el centro de la cancha para acompañar a Santiago Colombatto, en la que fue su primera aparición en la formación inicial.
Parecía que La Franja se acomodaba después de la media hora, Tabó entró más en contacto con la pelota, Escoto buscó los espacios a las espaldas de los zagueros, sin embargo, al 37´ el silbante Oscar Macías no dudó en marcar la pena máxima luego de que Aguilar arrolló en el área a Navarro. Desde los once pasos quien no falló fue Mena, un cobro con potencia hacia el centro y así su segunda anotación del Guard1anes 2021.
Los de la Angelópolis salieron al complemento mucho más revolucionados, decididos a buscar el tanto que les diera la igualada nada más y nada menos que ante el vigente monarca de la Liga MX. Nicolás Larcamon, técnico poblano, no se reservó nada y cambió su apuesta con los ingresos de Ferrareis y ‘El Fideo’ Álvarez.
La Fiera incisiva, lúcida, de buen toque, nuevamente se fue diluyendo sobre la cancha del Nou Camp y volvió a mostrar esos lapsos de desconcierto que le han costado puntos valiosos a lo largo del campeonato. Al tiempo que Nacho Ambriz quiso devolverle a su equipo el control de las acciones con la entrada de Moreno, del otro lado Larcamon siguió quemando sus naves y la más importante se llamó Santiago Ormeño.
Tanto bajo el ritmo León que en el pecado llevó la penitencia. ‘El Jefecito’ Rodríguez, que tenía escasos segundos en el terreno de juego, trompicó a Álvarez en el área, clara pena máxima que acabó resolviendo con maestría Ormeño.
Pero al duelo le restaba una emoción más, la del ‘Fideo’ Álvarez y su cabezazo en plena agonía que sepultó varios metros bajo tierra a un irreconocible León, que ahora el fin de semana buscará no ser presa del América, mientras que Puebla recibirá a Tigres.