Es un área de decoloración de la piel que se presenta cuando se rompen pequeños vasos sanguíneos, lo que provoca que su contenido se filtre dentro del tejido blando que se encuentra por debajo de la piel.
Los hematomas pueden ser causados por golpes, caídas y otro tipo de lesiones. Ciertas enfermedades relacionadas con la coagulación, falta de plaquetas y el consumo de anticoagulantes (como el ácido acetilsalicílico) se han relacionado con una mayor aparición de hematomas.
Los hematomas suelen ser dolorosos y pueden provocar hinchazón en la piel; se presentan en la piel, músculos o hueso.
Se denomina subcutáneo al que ocurre en la piel, son los más comunes porque son provocados normalmente por golpes. Los cambios de color en la piel son el síntoma principal además de dolor y calor local.
Los hematomas intramusculares son los que ocurren en los músculos, suelen dar dolor cuando el músculo implicado se contrae.
Si los hematomas se presentan en el hueso, se nombran periósticos que son muy dolorosos y persistentes.
Entre las medidas que se pueden tomar para aliviar los síntomas característicos de un hematoma subcutáneo se encuentran: aplicar hielo sobre el hematoma con el fin de disminuir la inflamación y si es muy doloroso consultar al médico para saber si es posible ingerir algún analgésico/antiinflamatorio.
Es importante que no se intente vaciar el hematoma con una aguja y no ignorar el dolor ni la hinchazón.