Cada 24 de junio se celebra el Día Internacional del Paramédico o Socorrista, aquel profesional de la salud que atiende emergencias médicas y de trauma en el ambiente prehospitalario, siguiendo protocolos internacionales y buscando salvar vidas a cada instante.
Cuando hablamos de una emergencia, la diferencia entre la vida y la muerte depende de la velocidad de la atención y de los conocimientos y destrezas del profesional que interviene.
Un paramédico o socorrista es una persona capacitada para la atención de emergencias médicas, accidentes domésticos, accidentes de tránsito y catástrofes y su intervención es necesaria en casos de traumas, heridas y golpes severos que requieran de una rápida evaluación y atención, con el objetivo de preservar la vida y el bienestar de los pacientes.
Estos héroes sin capa, simbolizan no solo un profesional que brinda atención y ayuda a la sociedad, para ellos es más que una labor, es algo que les llena el alma, así lo refiere Laura Hernández, paramédico desde hace 23 años, quien ha trabajado en Cruz Roja Salamanca, institución a la que prestó su servicio por 15 años, Fundación Teletón, donde permaneció 5 años mientras seguía en función, de forma conjunta, en Cruz Roja y actualmente es paramédico en el sistema de urgencias del Estado de Guanajuato, donde está por cumplir 8 años de labor.
Laura señala que está muy agradecida con Cruz Roja Mexicana porque aprendió a atender a la ciudadanía con calidad y calidez y que se requiere una inmensa voluntad, un carácter inquebrantable y una pasión inextinguible para dedicar su tiempo y vida a ayudar a los demás.
Iván Eduardo Mendez dice sentirse muy orgulloso de su profesión, además que este gusto viene de familia, pues su padre se lo heredó a él y a su hijo quien ya forma parte también de las filas de Cruz Roja Salamanca.
Roberto Carlos López es Ingeniero Químico Ambiental y una tragedia embargó a su familia, lo que lo orilló a dedicarse a ser socorrista; además invita a todos quienes gusten aprender a acercarse a Cruz Roja, para no solo aprender, sino a ser más empáticos con su profesión.
Sin dudas un trabajo digno de reconocer, por eso celebramos y felicitamos a todos los socorristas salmantinos que dedican su vida y su esfuerzo en ayuda de la ciudadanía.