Después de dos años de no haberse realizado la celebración de los gremios en el municipio, en este 2022 los salmantinos tuvieron la oportunidad de conmemorar los trescientos diez años que tiene esta tradición salmantina.
El Santuario Diocesano Señor del Hospital y Gremios Unidos de Salamanca conmemoraron juntos con los agremiados el trabajo de los diversos productores y empleados de cada sector como lo son: herreros, alumineros, torneros, panaderos, comerciantes, artesanos, tablajeros, albañiles, ladrilleros, zapateros, fotógrafos, taxistas, mecánicos, trabajadores de presidencia municipal y casa de la cultura, agricultores, campesinos y tiendas agrícolas.
Una tradición orgullosamente salmantina. misma que comenzó el pasado quince de junio con la procesión de la tradicional cera escamada, misma que partió de la Capilla Sagrado Corazón de Jesús y concluyendo en el Santuario Diocesano Señor del Hospital. Hoy concluye la mencionada Solemnidad con el gremio a los agricultores, campesinos y tiendas agrícolas, cerrando con música el evento la orquesta de Marco Antonio Reyes.
Durante los diez días que ha tenido como duración esta edición 2022 se ha podido observar una derrama importante de dinero pues comerciantes locales se han instalado en el Jardín Constitución o como también es conocido Jardín Principal, así mismo los salmantinos han podido disfrutar de algunos grupos locales de música. Este año el castillo de pirotecnia quedó descartado y se prevé que en años venideros ya no se colocará por cuestiones al medio ambiente y así mismo es algo que un sector de la población con mascotas domesticas agradece.
Los horarios establecidos por los organizadores en cada uno de los gremios fueron los siguientes 7:00 horas la «alborada» o también conocida como las «mañanitas», 12:00 la celebración eucarística, 16:00 la hora santa y solemne corpus y 20:00 su verbena popular. En entrevista con el Padre Roberto Landa realizaba la invitación a toda la sociedad en general a asistir a dichos gremios de su preferencia y a tomar con mucho apego a Dios los festejos para no convertirlos en un carnaval, si bien el festejar es permitido, la tradición no solamente se trata de asistir a la verbena sino de acudir a misa para dar gracias por la salud, trabajo y dones que fueron conferidos a cada uno de los habitantes de Salamanca.