¿DE QUIÉN ES CULPA TANTA VIOLENCIA?
Es cierto que el Estado ha fallado pero, también es verdad que en los hogares falta educación y atención a los hij@s.
Muy cierto es que el estado de Guanajuato es referente de violencia a nivel nacional e incluso mundial, y es que hay países que incluso han recomendado no viajar a nuestra tierra, es cierto que con mucha sangre derramada se vive el escenario en nuestro Guanajuato y es verdad también que por más de 30 años ha gobernado la impunidad y la corrupción, situaciones que han empeorado la situación, y es que se ha dejado crecer a la delincuencia de forma desmedida, por muchas razones, pero, también vamos a hacernos responsables de lo que nos toca… platicando con una buena amiga, reflexionábamos sobre cómo somos partícipes de la violencia, cómo la ejercemos de manera minúscula, pero a fin de cuentas, la ejercemos, la vivimos y la permitimos, nuestras pequeñas acciones violentas, son apologías que nos siguen envolviendo en ese mismo círculo que nos deja tal como estamos, y es que actuamos mal cientos de veces aunque nos parezca que no, cuando aplaudimos actos, cuando felicitamos a quienes “aniquilan” o cuando vemos como un héroe a quien entrega dádivas, estamos siendo partícipes de lo mismo. Por otro lado, también estamos equivocados cuando le festejamos a la violencia “qué bueno que lo golpearon por ratero”, ahí estamos festejando una “justicia con la propia mano”, y no es lo adecuado, pues, aunque estamos hartos de ser las víctimas, la violencia nunca de los nuncas se combate con más violencia…
Entretanto festejamos y aplaudimos actos sangrientos que recibimos y compartimos en redes sociales, muchos, se van acostumbrando a los actos que nos dejan el duro escenario de sangre que envuelve a Guanajuato. Por ello, urge que cada quién sea responsable y que reconozca en lo que se está fallando, para luego proponer alternativas; y es que, desde las familias se está actuando equivocadamente, cuando la mamá o el papá resultan permisivos y cero observadores ante conductas extrañas… ¿cuántas madres hacen caso omiso a sus hij@s que llegan con dádivas? Y me refiero a esos casos en los que de pronto los hijos consiguen dinero sin tener un trabajo, llegan a casa, compran primero objetos económicos y así suben de catego, primero un hornito, luego una televisión, ropa, zapatos, luego refrigeradores, hasta que de pronto tienen un vehículo nuevo, y después hasta compran una casa… “aquí está tu sueño cumplido madre”, dijo un delincuente que ya se convirtió en sicario… aunque la progenitora sabe que no trabaja, sigue recibiendo las dádivas de ese hijo que “anda en malos pasos pero es buena gente porque le da hasta a su madrina”; así dicen muchas mamás, solo por lo que sus hij@s les han entregado como prueba de su cariño; y es que el confort y el bienestar económico ha llevado a la mamá, al papá y luego a toda la familia a ser cómplice de algo que parece bueno, pero al final de cuentas, no es más que una trampa que de repente termina en desgracia. Ante este colocar escenario que es una triste realidad, urge sí que los gobiernos hagan lo que les corresponde, pero más urge que papá y mamá se hagan responsables y EDUQUEN, CORRIJAN Y RECONSTRUYAN.
El día que eso ocurra y que entendamos el verdadero rol de la familia, hasta entonces veremos un cambio real.