Dar ayuda monetaria a niños en situación de calle, lejos de hacer un bien, puede perjudicar de forma considerable.
El pasado lunes 20 de junio, se presentó el foro “La Vida en las Calles”, una obligación social y legal con la niñez; a cargo del sistema DIF municipal y presidido por profesionales en la materia.
Mario Camacho López, Lic. En Psicología y director de orientación familiar de DIF Salamanca; Abraham Sánchez Ruiz, Lic. En Sociología y doctor en ciencias sociales; Fátima Rangel Morales, Lic. En Psicología y Juan Hernández, Lic. En Derecho; fueron los ponentes del evento.
En Salamanca, se pueden observar muchas personas que viven en las calles o al menos “trabajan” en ella, realizando actividades tales como limpiaparabrisas, malabares o simplemente pidiendo una moneda.
Si bien es una situación que nos atañe a todos como ciudadanos, también está en nuestras manos el ir mermando tales eventos, pues lo que se pudiera entender como “apoyo” en realidad es algo que impulsa a estas personas a seguir pidiendo una moneda, antes que incluso tomar algún empleo formal.
El doctor Abraham Sánchez, precisamente habló de las personas en “situación de calle” que en Salamanca se observan, y sobre todo aquellos factores que influyen en esta realidad, como la pobreza, la migración o la falta de oportunidades.
Uno de los alarmantes es que suelen ser los niños quienes de forma más fácil consiguen alguna moneda, por lo que es a ellos a quienes se “explota”, situación que hace prender los focos rojos en nuestro municipio y que precisamente hacen tener la necesidad de este tipo de espacios para concientizar respecto de la problemática de los niños y la situación de calle.
Según datos expuestos por la psicóloga Fátima Rangel, en las calles de nuestro municipio existen 54 personas constantemente se les ve solicitando “caridad”, de los cuales, 35 son menores de edad; 26 son indígenas y 9 urbanos; además 13 son niñas y 22 niños.
Muchos de ellos coinciden en que estar aquí les favorece pues la ciudadanía salmantina suele aportarles ayuda monetaria.
Distintas dependencias han intentado ofrecer trabajo a los adultos y educación a los menores, sin embargo, prefieren seguir solicitando apoyo monetario, pues tal parece es una fuente de ingresos considerable, tanto que incluso si se les ofrece alimentos, suelen rechazarlo, prefiriendo siempre la ayuda económica, antes que en especie.
Por su parte, el abogado, Juan Hernández, señaló que no se puede hablar de un “trabajo” ya que no se percibe un salario, ni tampoco se realiza alguna actividad personal subordinada; entendiéndose por trabajo toda actividad humana, intelectual o material, independientemente del grado de preparación técnica requerido por cada profesión u oficio.
Cabe señalar que la situación de calle que enfrentan estas personas, facilita ciertas conductas delictivas tales como extorsión, trata de menores, violencia familiar, corrupción de menores o incluso principalmente en el caso de las niñas, alguna agresión sexual; por lo que los ponentes compartieron la conclusión de que dar una moneda, lejos de ayudar, facilita que sigan existiendo estas actividades y por ende, se puede empujar, tal vez no intencionalmente, pero al final sucede, a que se sigan cometiendo ciertos atropellos sobre todo hacia los más pequeños.
La recomendación, entonces, es no brindar ayuda monetaria, por el contrario, lo ideal es tal vez dar algo en especie y en caso de tener conocimiento de que se está explotando a algún menor, levantar la denuncia pertinente para que la Fiscalía puedan realizar lo procedente, buscando siempre el interés superior de las niñas, niños y adolescentes.