
El Senado de la República aprobó una reforma que prohíbe el uso de mamíferos marinos en espectáculos, incluyendo delfines, focas y lobos marinos, limitando su posesión únicamente a espacios dedicados a la conservación, reproducción controlada y a centros de investigación científica avalados por instituciones académicas.
La iniciativa modifica la legislación vigente para establecer que queda prohibida la reproducción de mamíferos marinos, salvo en los casos destinados a la reintroducción o repoblación en su hábitat natural. En estos escenarios, los ejemplares no podrán ser utilizados en exhibiciones públicas ni actividades con fines comerciales.
Además, ningún mamífero marino podrá ser capturado con fines extractivos, salvo cuando se trate de investigación científica enfocada en la protección y conservación de la especie. Estas investigaciones deberán contar con aval académico, registro oficial y un protocolo aprobado por la Secretaría correspondiente.
En el caso específico de los cetáceos, la nueva normativa exige que los ejemplares se mantengan en corrales marinos y no en estructuras de concreto como estanques o albercas. Si por razones geográficas no es posible trasladarlos a mar abierto, deberán permanecer en instalaciones abiertas que permitan el intercambio constante de agua, ya sea por mareas naturales o por un sistema de bombeo.
Debido a diversas modificaciones realizadas por el Senado, el dictamen será regresado a la Cámara de Diputados para su revisión y eventual aprobación final.
El régimen transitorio permite que los propietarios actuales continúen con las actividades aprobadas en sus planes de manejo, excepto la reproducción, hasta que los ejemplares bajo su cuidado mueran.
La reforma establece obligaciones puntuales para quienes actualmente poseen cetáceos:
•Tendrán 18 meses para reubicarlos en corrales marinos.
•Deberán entregar un inventario detallado de cada ejemplar al gobierno federal, incluyendo nombre científico y común, sexo, edad y documentos de legal procedencia.
•También se deberá especificar si el ejemplar nació bajo cuidado humano, la fecha de nacimiento y los datos de identificación de sus progenitores.
Esta legislación representa un giro significativo en la forma en que México regula la interacción humana con mamíferos marinos, buscando anteponer el bienestar animal y los esfuerzos de conservación por encima del entretenimiento.