¡Lo consiguió Tigres! Un bicampeonato del acérrimo rival era imperdonable, por lo que obtuvieron su primer título en el estadio Universitario ante Monterrey. Sufrieron gracias a un gol de último minuto de Annia Mejía que llevó todo a los penaltis. Burkenroad, Valdez y Franco fallaron, con lo que las pupilas de Roberto Medina consiguieron su tercera estrella, tercera ante Rayadas, lo que ya dicta una paternidad.
La primera de peligro fue de las locales. Lizeth Ovalle, como en la ida, rápido se volvió el dolor de cabeza. Hizo una gran jugada individual dentro del área, aunque el tiro salió defectuoso y Godínez se quedó con el balón. A Rayadas le costó adaptarse al terreno de juego y sintieron la presión de las universitarias en busca de definir el cotejo.
Stephany Mayor puso mucha magia por el costado de la izquierda, en la parcela donde Rajunov no pudo competir para frenar a la experimentada ofensiva.
La visita no despertó. Tigres tocó y tocó la puerta, aunque la suerte salvó a las pupilas de Héctor Becerra. El acecho fue demasiado, pero sin capitalizar todavía en el marcador. Monterrey no logró cruzar el medio campo con balón controlado.
Fue la nueve la que despertó a su equipo. Con un gran pase filtrado de Ricla, Monsiváis intentó de larga distancia y consiguió tiro de esquina, l0o que fue oxígeno puro para sus compañeras. Tras el impulso con el que iniciaron los equipos, las revoluciones bajaron. El partido se peleó mucho en medio campo, sin un conjunto dominador de la posesión.
La más clara de Rayadas llegó en un contragolpe. Burkenroad se perfiló por el costado izquierdo, en lugar de tirar, optó por servir a Monsiváis, quien no llegó al servicio y el reclamó por no ingresar. Minutos después tuvo su revancha, Christina probó de larga distancia y el esférico pasó apenas al lado de la base del poste de la portería felina.
Tigres recuperó la sensación de peligro con un tiro de esquina de Ovalle, el cual pegó en el travesaño. La delantera buscó el gol olímpico y por poco lo consigue, ya que Godínez se pasó y no logró hacer contacto con el cuero.
Para la parte complementaria, Tigres intentó salir a matar. No dejaron ni respirar a las de su acérrimo rival. Con el fin de definir la serie, Belén Cruz entró al campo por parte de las locales.
En el último minuto, cuando todas las jugadoras de Tigres estaban por festejar, en un contragolpe letal de Rayadas, cayó el empate y se nubló el sueño universitario. Tras una serie de rebotes, Annia Mejía la mandó al fondo y decretó los penaltis, lo que provocó explosión en el “Volcán”.
Ni el momento anímico les sirvió. Burkenroad, Valdez y Franco fallaron por la visita, lo que bastó para decretar al nuevo equipo campeón de la Liga Femenil. Pese a que Ferral también falló, la guardameta Solís no le permitió regresar a Rayadas, atajó el último tiro y puso a llorar de alegría a su equipo. La mejor ofensiva, la mejor defensiva y la campeona de goleo hoy pueden decir que lo consiguieron: son campeonas.
