Jonathan Rodríguez es de auténtico oro molido. El Cabecita demostró su valía y que es el mejor jugador en el futbol mexicano.
Cruz Azul sigue en la gloria, el éxito no para y con un doblete del uruguayo se convirtió en el Campeón de Campeones. La Fiera fue un digno rival, quiso rugir, pero no pudo hacerlo ni con todos sus refuerzos incluidos.
La supremacía es totalmente cementera. Esta Máquina pinta para ser de época, por lo pronto, el camino a la décima comenzó con el pie derecho. 1-2 final.
Un momento de gala y de honor fue el que se vivió en Carson, California. Los últimos equipos campeones y dos de las mejores instituciones en la más reciente temporada, tuvieron una lucha de poder para confirmar su reciente supremacía.
Cementeros y esmeraldas no llegaron a plenitud de condiciones. La batalla les llegó en pretemporada, por lo que no pudieron presentar a sus mejores cuadros, mucho menos el entendimiento necesario para encarar un duelo de tal envergadura. Pero en el terreno de juego mostraron todo lo contrario.
La Máquina quiso aprovechar su gran inercia ganadora, con todo y estreno incluido. La novena estrella fue la invitada de honor en su nueva indumentaria. La alineación que mandó el técnico Juan Reynoso fue casi de lujo, sin los seleccionados, Luis Romo, Orbelín Pineda y Roberto Alvarado, pero con los recién desempacados de Copa América, Yoshimar Yotún y Jonathan Rodríguez.
Los del bajío no se quedaron atrás. En el banquillo presumieron a una renovada dirección técnica. Ignacio Ambriz quedó en el olvido y Ariel Holan hizo su presentación oficial. En el terreno sólo el portero Iván Vázquez Mellado fue el refuerzo que tuvo minutos, debido a que Rodolfo Cota está en Copa Oro con el Tricolor.
Cruz Azul fue local en el Dignity Health. Los paisanos cementeros sacaron los dólares y llenaron el recinto estadounidense. Lo hicieron una pequeña sucursal del Coloso de Santa Úrsula, y todo se pintó de celeste.
La Fiera quiso rugir, no se intimidó, ni con el escenario, mucho menos con el rival. Ángel Mena se mostró motivado. El volante ecuatoriano quiso herir a su exequipo y mostró sus mejores habilidades en conjunto con Emmanuel Gigliotti. Los esmeraldas tocaron fuerte la puerta, pero el guardián celeste no les dio entrada.
Así empezó el espectáculo de los porteros veteranos. Primero fue Mellado. El de León demostró su capacidad y le sacó un balón en la línea a Pablo Aguilar. El defensor mandó un cabezazo que parecía colarse a la red, pero Iván Vázquez le impidió el festejo. Luego fue Chuy. El cancerbero puso en alto su valioso premio de balón de oro como el mejor bajo los tres postes en el último semestre y lo detuvo todo. El Puma se quedó con las ganas del gol.
Ambos equipos se tomaron en serio el cotejo. A la mitad del campo había un trofeo que los esperaba, por eso no regalaron nada. No era cualquier juego y eso se notó en la intensidad.
El equipo capitalino se vio bien en cada recuperación, intenso y claro en ideas al ataque. Guillermo Fernández hizo lo que quiso, fue el mejor hombre de su equipo y un disparo suyo le sacó pintura al poste.
La Máquina tuvo la suerte del más reciente monarca. Andrés Mosquera se inventó una chilena, Corona estaba vencido, sin embargo, el palo evitó la primera anotación.
El complemento fue totalmente del lado cementero. Si bien León adelantó líneas y por momentos fue dueño de las acciones, el equipo celeste sólo necesitó un par de destellos de su mejor jugador. Jonathan Rodríguez demostró que es de oro puro y con un doblete perfecto mató el ánimo de La Fiera. Pero no fue todo. Los esmeraldas reaccionaron. Los cambios de Holan surtieron efecto positivo. Omar Fernández y Santiago Ormeño se juntaron como viejos conocidos. El peruano recibió el balón y lo prendió con ferocidad para acortar la distancia. Corona no pudo hacer nada.
El dramatismo siguió hasta el último instante, León no volvió a marcar. Cruz Azul ganó un trofeo más y es el Campeón de Campeones.
