La alcaldesa que está a punto de irse, dijo que su gobierno haría las cosas bien, con valores y principios, aquel 10 de octubre del 2018 habló de un gobierno transparente y honesto, de un cambio radical para Salamanca; señaló que dejaría un municipio digital y seguro.
No obstante, a pocas horas irse, el escenario ha sido todo lo contrario e incluso es señalada como presunta responsable de actos de corrupción que dejarán huella y que son repudiados por la sociedad salmantina.
Beatriz Hernández Cruz fue la primera mujer presidenta en Salamanca, con su llegada, hace tres años, muchos salmantinos confiaron en que efectivamente Salamanca volvería a vivir, que habría transparencia, se terminaría la corrupción, sin embargo, la realidad que se ha vivido en su trienio, dista mucho del discurso que en aquella toma de protesta, la primera edil pronunció.
Beatriz Hernández no cumplió, dijo que con seguridad vendría lo mejor, pero su lema de gobierno quedó en el olvido e incluso lo cambió por el discurso de “las acciones bien hechas”, pero del dicho al hecho, hay mucho trecho; y será recordada por la opinión pública como una presidenta que no cumplió.
Contrario a las palabras de Beatriz Hernández Cruz, su administración será recordada como una de las más escandalosas en donde reinó la corrupción, la falta de transparencia, en donde se vieron los excesos, los bloqueos, en el gobierno saliente las arbitrariedades fueron las protagonistas; para prueba, hay varios casos que provocaron la indignación y cimentaron el hartazgo entre la población; como el caso de las luminarias. Cuando surgió el tema, se pudo constatar que adquirieron estos utensilios a sobreprecio del 600%, las lámparas fueron adquiridas por adjudicación directa en la empresa foránea “Soluciones Móviles Hidalgo”, esta vendió las luminarias led de 40 watts a 1, 716.80 pesos, mientras que la empresa “Philco”, las comercializaba a un precio de 232.20 pesos, esto significó un sobreprecio por más del 600 por ciento.
Luego de este escándalo surgió otro, en el que se hablaba de que la alcaldesa disfrutaba de una lujosa camioneta blindada del año propiedad de la super proveedora «Soluciones Móviles Hidalgo»; esto fue a cambio de contratos por las luminarias.
En su momento se dijo que un posible contubernio existió entre la empresa “Soluciones Móviles Hidalgo” y la alcaldesa Beatriz Hernández Cruz, ya que después de una adquisición millonaria de luminarias, la sociedad empresarial compró una camioneta de lujo y se la entregó a la presidenta; la unidad perteneció a Jacqueline Romero Vázquez, una empleada de la misma empresa que percibía una nómina entre mil quinientos y dos mil quinientos pesos quincenales, la dueña de la unidad rentaba la camioneta por 187 mil pesos mensuales; al final se dio a conocer que la Suburban cambió de dueño y costó a los salmantinos 5.5 millones de pesos; luego de esa suma millonaria se comprobó que la camioneta no era el único lujo, también se erogaba por lo menos medio millón de pesos en su seguridad personal.
La cosa no quedó ahí, a pesar de los actos de presunta corrupción que ya se mencionaron, Hernández Cruz siguió comprando a empresas foráneas, sin tomar en cuenta al comercio local, siguió distinguiéndose por los excesos, por compras y más compras por adjudicacioes directas; compró computadoras, teléfonos móviles de alta gama a altos precios, muebles para oficina, radios, televisiones y demás aparatos de los que se desconoce su paradero.
Simultáneamente a los gastos innecesarios, en Salamanca continuaba la violencia, la inseguridad y el municipio no volvía a vivir, por el contrario, todo se caía a pedazos entre crímenes que impactaron a la sociedad, como la masacre ocurrida en La Playa donde murieron al menos 15 personas, luego en La Típica donde otras 05 víctimas quedaron tendidas por los disparos que les ocasionaron la muerte.
Así ocurrieron otros crímenes que se volvieron incontrolables, en los que la ausencia de Beatriz fue evidente, hasta que pasó lo menos esperado, Israel Vázquez Rangel, periodista de El Salmantino fue asesinado, nunca antes se había registrado el homicidio de un periodista en Guanajuato y fue aquí en Salamanca bajo el mandato de una alcaldesa que prometió que Salamanca volvería a vivir, más no fue así, e incluso culpó al propio Israel por haber salido a una hora no adecuada en medio de la oscuridad, en una ciudad donde la Ley y el orden son quimeras, sus declaraciones se volvieron virales por la irresponsabilidad de las palabras emitidas.
Más escándalos, más muertes, más despidos arbitrarios y excesos, más corrupción y solamente resonaban las supuestas «acciones bien hechas», otra ilusión de una munícipe que protagonizó la lista de los peores alcaldes en México, ella ocupó los últimos lugares de aprobación pero eso no le importó porque pese a su menesteroso trabajo, anhelaba quedarse en el poder, buscó con esa imagen su elección consecutiva; quiso quedarse, quiso reelegirse, pero los salmantinos decidieron que se fuera y ya se va, la primera alcaldesa de Salamanca y quizá la peor de los últimos años que prometió que con la seguridad vendría lo mejor, pero no hubo seguridad, ni paz, ni acciones bien hechas.
El Salmantino