Por: Oscar Alzaga*
El viernes 5 de noviembre, en la mañanera del presidente López Obrador, Luisa Alcalde, secretaria de Trabajo, presentó el plan para llevar a cabo las elecciones del sindicato petrolero: la elección en las 36 secciones y después la del secretario general nacional, para cubrir la vacante de Romero Deschamps. En varias etapas cada elección, que dejan errores e incongruencias a la vista. Veamos:
Es fama pública que la dirección sindical petrolera es la más corrupta del país y que su exlíder sigue dirigiendo el Comité Ejecutivo Nacional y los comités de las 36 secciones, pues siguen intactas su estructura y prácticas. Desde los dos charrazos del gobierno de Miguel Alemán a petroleros se establecieron esas prácticas y estructura contra la libertad y democracia sindical en la empresa más poderosa del país. Por lo tanto, no es una elección más, ni otro sindicato más, de 89 mil miembros.
La elección en las 36 secciones se proyecta en un día a la misma hora, para los 89 mil miembros del Sindicato, a través del voto secreto, libre y personal (o sea presencial) de cada trabajador.Y para la elección del secretario general nacional se opta por otra vía: la electrónica a distancia (no directa ni presencial). Si son iguales para los 89 mil miembros, que voten el mismo día y hora. ¿Por qué la diferencia?
¿Qué justifica dos vías diferentes, si pueden ser iguales? Nada, pues en ambas participan los mismos miembros y en los mismos lugares, pero en una el voto es presencial y en la otra es a través de un filtro. Además, no está previsto el voto electrónico en el artículo 123 de la Constitución ni en la Ley Federal del Trabajo de 2019. Y la Secretaría del Trabajo no tiene facultades para modificar ambas normas jurídicas, ya que se trata de una autoridad administrativa, no legislativa ni judicial.
¿Y por qué primero es la elección en las 36 secciones y después la nacional, si ésta ha esperado desde hace dos años y la otra apenas va a cumplir el término previsto en los estatutos? Con el mismo criterio estatutario que usó la secretaria de Trabajo, corresponde primero la elección nacional y después en las 36 secciones.
¿El orden de las elecciones es para favorecer más a unos que a otros? Desde luego, una planilla será de los que cuidan los intereses de Romero Deschamps, y las otras de los que buscan cambiar el rumbo actual ilegal y antidemocrático. Por supuesto que el orden de las elecciones favorece más a unos que a otros: hay mayor rechazo a Deschamps, por lo cual debe ser conforme al tiempo de espera de una y de otra: primero la nacional y después, en las 36 secciones.
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De una simple lectura se advierte que los estatutos del sindicato petrolero no han sido modificados, según las nuevas normas de libertad sindical y libre negociación colectiva, constitucional y legal. Peor aún, esos estatutos ni siquiera los cumple la directiva del sindicato, ya que la modificación la hizo en un pleno, no en una convención como lo mandata el estatuto: solos, en grupo, no ante los trabajadores, como lo establecen los estatutos. No obstante, la Secretaría del Trabajo le otorgó la toma de nota o reconocimiento de que cumple las nuevas normas jurídicas, como consta en el registro de la toma de nota. Estos son solo 3 aspectos de las elecciones faltan otros más, como el padrón de socios confiable, la transparencia del conteo de votos, etc.
La recuperación de Pemex que ha propuesto AMLO será viable si hay un sindicato fuerte que apoye de modo consecuente y patriota la recuperación, y no solo por intereses mezquinos. Recordemos al gran papel que realizó aquel sindicato de 1933 a 1949, en particular en 1935 cuando integró en un sólo sindicato a los 19 sindicatitos que había antes, firmando un solo contrato colectivo que fortaleció la unidad sindical; que en 1937 emplazó a huelga por mejores salarios y prestaciones, estallándola y demandando un conflicto de naturaleza económica que evidenció las enormes posibilidades económicas de las empresas extranjeras. Pero al negarse las extranjeras y acudir a un amparo,que pierden en la Suprema Corte de Justicia, mismo que se niegan a acatar, entonces el presidente Cárdenas tomó la decisión de la expropiación de la industria petrolera, en 1938, una vez que los petroleros crearon las excelentes condiciones favorables.
En 1938 la Royal Dutch y la Standard Oil eran las dos empresas más poderosas del mundo, cuyo valor subió al iniciar la Segunda Guerra Mundial. Pero el país estaba unificado y permitió ese avance histórico, nacional y soberano.
No es una simple elección sindical la de los obreros de Pemex de hoy. Como Pemex no es una empresa más en el país, sino la más importante.
*Abogado del Sindicato Minero y la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), y miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL), y la Asociación Internacional de Juristas Democráticos (AIJD).
