Hay cinco sencillos pasos que puedes seguir para prevenir esta enfermedad crónica:
1. Actívate: el ejercicio físico mejora la salud y calidad de vida, aportando una serie de beneficios, como la disminución del riesgo de padecer hipertensión,
obesidad, diabetes y hasta una muerte prematura. La recomendación es realizar de 30 a 60 minutos de actividad física cinco veces a la semana; puede
ser de manera escalonada o acumulativa, es decir dos periodos de 15 minutos o dos periodos de 30 minutos.
En caso de que tengas diabetes, antes de iniciar una rutina de ejercicio, mide tu nivel de glucosa: si es menor de 100 mg/dl, deberás comer una porción
de fruta y si es de 250 mg/dl o mayor no realices ejercicio y solicita atención médica para regularla.
Si tu presión arterial es de 160/100, no realices ejercicio y realízate una revisión.
Caminar favorece el funcionamiento del corazón y los pulmones, fortalece los huesos, ayuda a dormir bien y tener buen humor, prevenir y controlar la
presión arterial, la glucosa y el colesterol, además de evaluar la autoestima.
Al caminar no es recomendable utilizar ropa o fajas térmicas, porque pueden quemar o deshidratar la piel. Por el contrario, se sugiere usar zapatos
ligeros, cómodos y con buen soporte, ropa ligera, hacer ejercicio progresivamente, detenerse en caso de cansancio y beber agua purificada o hervida
durante y después de caminar, a temperatura ambiente.
2. Toma Agua: se trata del principal constituyente del cuerpo y es indispensable para la vida. Ayuda al buen funcionamiento del organismo, pues
transporta los nutrimentos y contribuye a la digestión de los alimentos y a la regulación de la temperatura corporal.
Tomar suficiente agua reduce el riesgo de presentar problemas cardiovasculares y de padecer obesidad.
La jarra del buen beber te ayudará a tomar mejores decisiones:
• 6 a 8 vasos de agua potable
• 0 a 2 vasos de leche semi y descremada, bebidas de soya sin azúcar adicionada
• 0 a 4 tazas de café o té sin azúcar
• 0 a 2 vasos de bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales
• 0 a ½ vaso de jugos de fruta, leche entera, bebidas alcohólicas o deportivas
• 0 vasos de refresco y aguas de sabor
3. Come frutas y verduras: se trata de un grupo de alimentos indispensable para lograr una alimentación correcta, ya que aportan vitaminas, minerales y
fibra, que nos ayudan a mejorar las defensas, disminuir el colesterol, regular la glucosa en la sangre y evitar el estreñimiento.
Te recomendamos consumir tres raciones de verdura y dos de fruta al día, considerando que el tamaño de la ración corresponde al tamaño del puño de
tu mano.
4. Mídete: aprender a tener control sobre nuestros hábitos y conductas, conocer y medir nuestro estado de salud físico y emocional, nos ayudará a
prevenir enfermedades y mejorar nuestra calidad de vida.
Acude a tu unidad de salud más cercana y además del peso corporal y centímetros de cintura, solicita que te midan la presión arterial, el colesterol y la
glucosa.
Conoce los siguientes parámetros:
• Bajo peso – menos de 18.5 kg/m2
• Normal – 18.5 a 24.9 kg/m2
• Sobrepeso – 25 a 29.9 kg/m2
• Obesidad: más de 30 kg/m2
En cuanto a la circunferencia de cintura, para que no sea indicador de riesgo, la medida para el caso de las mujeres debe ser menor a 80 centímetros y
de 94 centímetros para los hombres.
La presión arterial debe ser menor a 129/84 mm/HG, la glucosa en ayunas menor a 110 mg/dl, el colesterol menor a 200 mg/dl, triglicéridos menores a
150 mg/dl y colesterol bueno o HLD, mayor a 35 mg/dl.
5. Comparte: los beneficios de compartir se multiplican cuando los asocias con los otros cuatro pasos. Recuerda que tu entorno familiar, de amistades o
de trabajo, puede incidir en tu salud y estado de ánimo.
Comparte esta información para que puedan organizarse y asistir a una unidad de salud para que les realicen las mediciones o para que realicen una
actividad física en grupo.
Hay muchas actividades que puedes realizar para cuidar tu salud ¡el límite es tu imaginación!
Por último, te brindamos otras recomendaciones sencillas:
• Recuerda que no hay alimentos buenos ni malos, sino dietas correctas e incorrectas.
• Evita periodos de largo ayuno e incluye al menos un alimento de cada grupo del plato del buen comer en cada una de las tres comidas del día
• Disminuye el consumo de sal y azúcar
• Evita tomar refrescos y jugos
• Enseña hábitos saludables a tus hijas e hijos desde el primer momento, desde comer adecuadamente hasta promover el uso de la bicicleta y caminar.
En tu salud ¡activa el Efecto Prevención!
Fuente: Secretaría de Salud