Con la llegada de estas fiestas de cierre de año, se pueden observar puestos que se dedican a la venta de pirotecnia, misma que a muchos llena de gusto por las luces y sonidos que esta genera.

No obstante, y desde una perspectiva completamente distinta, hay personas con ciertos padecimientos como el autismo o alguna afección en el sentido del oído, por lo que no la pasan nada bien con este tipo de artefactos explosivos.

La Psicóloga Clínica, Nayeli Navarrete, quien trabaja en el área de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria V, nos comenta: “Hay ciertas personas que se encuentran en el espectro del autismo, que presentan hipersensibilidad sensorial, no solo en el sentido de la audición, algunas personas presentan afecciones en el sentido de la propiocepción, es decir, lo que respecta a la posición corporal, la distancia de nuestro cuerpo con otros objetos; definitivamente pueden verse afectados los pacientes con autismo, aunque habría que aclarar que no es algo generalizado, pues no todos presentan hipersensibilidad sensorial, porque no todos los niveles de este padecimiento son los mismos”.

Expertos en la salud señalan que el ruido de un petardo o cualquier pirotecnia es un sonido sumamente intenso y quienes presentan alguna condición del espectro autista lo perciben de manera muy vívida, en pocas palabras, sienten como si estuvieran en medio de un bombardeo en una guerra, como si cayeran bombas al lado de ellos y esto genera muchísimo estrés y liberación de los neurotransmisores propios del estrés que genera un gran nivel de alteración conductual y emocional; además que al ser totalmente impredecibles, es algo frente a lo cual no se pueden preparar y lo viven con muchísima angustia, se desorganizan.

Otras de las personas que se ven vulneradas con este tipo de ruidos o luces, propios de la pirotecnia, son quienes padecen alguna afección en la audición, como quienes usan algún auxiliar para el oído; incluso una persona sana puede perder parte de este sentido o hasta no escuchar en absoluto, si se expone a una fuerte explosión de un artefacto pirotécnico o se encuentra muy cerca de dicha explosión.

Cabe señalar que los animalitos son parte de este sector que se ve afectado por el ruido estruendoso de los cohetes, por lo que se recomienda estar al pendiente de ellos y cuidarlos para que no estén del todo expuestos, ya que existen casos registrados de gatitos o perritos que mueren a causa de infartos, generados por el estrés que les producen los fuegos artificiales.

Como se puede observar, son muchos los motivos por los que se debe pensar dos veces antes de usar pirotecnia, además de que el factor ambiental es otro tema que causa preocupación, mismo que va de la mano con la generación de basura y por supuesto no podemos dejar fuera los accidentes que en ocasiones se suscitan en torno a estos artículos e incluso a las bodegas donde se resguardan.

Las opiniones y gustos se dividen, sin embargo sería bueno que los profesionales y autoridades analicen a profundidad el tema y tomar la medida más conveniente para la Salamanca y sus ciudadanos.