A Raúl le detectaron piedras en la vesícula desde septiembre del año pasado, los médicos coincidieron en que necesitaba cirugía para extirparla y desde entonces está en lista de espera del IMSS, no obstante el escenario no luce bien pues le comentaron que no se estaban realizando cirugías y en caso de que sí, la espera es bastante larga.
Nos comenta que en repetidas ocasiones terminó en la clínica del seguro con un intenso dolor abdominal, derivado de su padecimiento, sin embargo, y después de una prolongada espera para ser atendido, solo le suministraban medicamentos para luego enviarlo a casa, con el temor de regresar con el mismo dolor o que incluso se le pudiera reventar la vesícula.
Esta situación la viven muchos derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, que si bien es entendible la saturación por la que se atraviesa por los casos de Covid-19, lo cierto es que hay quien necesita cirugías de distintos tipos y los casos que se encuentran en espera son demasiados; por lo anterior, algunas personas optan por buscar respuesta en el sector privado, no obstante, la situación económica es complicada y las cirugías rondan los 30 mil pesos, además que a personas como Raúl, les parece absurdo tener que pagar a otro hospital, pues ya hacen aportación al IMSS
Las programaciones a cirugía tardías no son tema nuevo, pero con la pandemia se ha complicado todo y los casos como el de este ciudadano, abundan.
Sin lugar a dudas, las instituciones y sobre todo las autoridades sanitarias deben buscar mejores alternativas para brindar el debido servicio a los trabajadores, ya que como bien comenta Raúl, no solo se trata de Covid, hay distintas enfermedades y padecimientos que requieren ingresar al quirófano y no se tienen meses para esperar.