El reporte lo recibieron directamente de la presidenta del DIF Municipal, quien encontró en un recorrido por el bulevar Bicentenario, a un muchacho que permanecía en un sembradío.
José Miguel de 22 años se encontraba alterado y asustado, ya que tenía un día recibiendo llamadas intimidantes de personas que le ordenaron permanecer escondido, para evitar que lastimaran a su familia.
Los agentes calmaron al joven y lo llevaron a su hogar, donde su abuelo y su madre refirieron que recibieron llamadas que amenazaban con dañar a José Miguel si no recibían una alta cantidad de dinero.
En el lugar un paramédico determinó que el joven estudiante solo requería hidratación y descanso; también se les ofreció apoyo psicológico de la Dirección de Seguridad Pública y se les indicó cómo hacer su denuncia.