SÍ SE PUEDE
“El derecho a la autodeterminación de los pueblos, o sea el principio de la soberanía nacional y popular, tiene un rango especial. En cierto modo es un derecho del que depende la posibilidad de ejercer los demás, o en otras palabras, sin el cual fácilmente pueden restringirse y aun cancelarse otros derechos y libertades.”
Alonso Aguilar Monteverde
Defensa de nuestra soberanía nacional y popular
Hace cuatro semanas, en esta columna, comentábamos la respuesta de la sociedad civil por la defensa de su entorno y las diferentes formas en que se expresan las luchas por la defensa, en última instancia, de la vida.
Pues bien, para no ir tan lejos, recientemente en nuestro estado tuvimos tres ejemplos de lo que puede alcanzarse mediante la organización y solidaridad en torno a un objetivo definido y benéfico para amplios sectores sociales.
Dos de esos ejemplos se dieron en relación con la intención de una empresa transnacional de instalar una planta para producir cianuro de sodio, primero en Salamanca y, al fracasar en su intento, después en San Luis de la Paz. El tercer ejemplo lo dieron, fundamentalmente, un grupo de mujeres, niñas y niños, en Irapuato, con la defensa de un grupo de árboles que pretendían sacrificar para ampliar el paso de automotores.
Los tres casos ejemplares se dieron en condiciones y con características diferentes:
* En Salamanca, la adversa carga ambiental que se padece hizo que diversas organizaciones y comunidades de manera aislada se manifestaran contra la instalación de esa planta y, antes que ese descontento creciera en organización, a las autoridades estatales y municipales no les quedó otra opción que apoyarlas.
* En San Luis de la Paz, la defensa de su entorno y del territorio convocó a pobladores y organizaciones de siete municipios de la zona norte del estado, movimiento que fue creciendo y tomando tal fuerza que obligó al gobierno estatal y al municipal a tomar partido y la posibilidad de desistimiento por parte de la empresa.
* En Irapuato, la decidida acción de un grupo de mujeres, niñas y niños, principalmente, que fue ganando rápidamente adeptos y solidaridad, lograron mediante un amparo la suspensión de una obra que para privilegiar el empleo del automóvil pretende reducir áreas verdes, derribar árboles y ampliar la zona de pavimento en una avenida de esa ciudad.
No obstante las diferencias, en las acciones de los tres casos están presentes dos elementos esenciales en las luchas de los pueblos: autodeterminación y soberanía.
Esos ejemplos son muestra de lo que la sociedad puede lograr cuando ejerce sus derechos y decide hacer valer el interés colectivo, pero, al mismo tiempo, desde la visión del poder, constituye un precedente que vulnera sus intereses de grupo, pues en el ejercicio de esos derechos está la semilla de la libertad y la democracia.
