Los padres afrontan muchos obstáculos para convencer a sus hijos de comer adecuadamente.
Usa un arco iris
Ofréceles una amplia variedad de vegetales frescos y coloridos. Trata de presentarlos de distintas maneras.
Afrútate
Satisface el antojo dulce de los niños de forma natural con plátanos, arándanos o frutos secos, en vez de golosinas procesadas como pasteles y panecillos. Sirve rebanadas de distintas frutas en un plato.
Hazlo tú
Siempre que puedas, prepara y sirve comida casera; los alimentos procesados son menos nutritivos y contienen más sal y azúcar.
Revisa lo que comen en la escuela
Averigua qué alimentos consumen tus hijos en la escuela. Si les preparas el almuerzo, evita alimentos procesados y refrescos; es mejor incluir fruta.
Mantén un hogar saludable
No tengas pasteles, panecillos, galletas ni papas fritas en casa; cómpralos tan sólo para ocasiones especiales. Trata de no ofrecer a tus hijos alimentos azucarados como recompensa por consumir alimentos saludables.
Coman juntos
Dales un buen ejemplo. Si un niño ve que otros miembros de la familia comen y disfrutan alimentos saludables, es probable que quiera hacer lo mismo. Quizá no veas resultados inmediatos, pero a la larga lo harás.
Sé positivo
Concéntrate en ser feliz y en hacer interesantes las comidas. Hablar todo el tiempo sobre el peso corporal es negativo y puede propiciar trastornos alimentarios, sobre todo en niñas y adolescentes.
No te asustes
Muchos niños se vuelven melindrosos, a veces sólo para llamar la atención. Si lo pasas por alto y sigues dándoles alimentos sabrosos y sanos, tus hijos acabarán por adoptar una dieta más variada.