Habitantes de la comunidad La Calera en Irapuato, se quejaron de los residuos que arroja un rastro clandestino a las calles del poblado.
Diariamente los habitantes deben lidiar con los olores y restos de animales como tripas, pellejo y sangre, que el rastro arroja a las calles.
«Nada más viera, es insoportable el olor y da nauseas, hasta uno se vomita y no es posible que vivamos así», dijo una de las habitantes de la comunidad.
Los habitantes hicieron llegar fotografías y vídeo de los restos que corren por las calles, aunque han reportado ante el Municipio, hasta el momento nadie ha atendido el reporte.
«Nadie nos hace caso y ya le hemos dicho al vecino, pero no hace caso y la verdad es muy problemático y no sabemos qué hacer».
Los habitantes de la comunidad pidieron la intervención de autoridades sanitarias y del Municipio para que detengan la matanza clandestina de animales que los perjudica directamente a ellos.