NO TIENES QUE HACER NADA EXTRAORDINARIO, no tienes que tener dinero, prestigio, cultura, salud, belleza…no tienes que ser bueno, no tienes que buscar la perfección. Puedes cometer mil errores, puedes tener todos los defectos del mundo…y, sin embargo, amarte: es cuestión de elección.
La aceptación de ti mismo, el amor, no debe estar condicionado a nada ni a nadie.
Sin embargo, en la sociedad actual te enseñan a competir desde que eres niño: a compararte con los demás, a luchar por ser “mejor” que los otros, incluso sin que importe pasar sobre todos aquellos que se interpongan en tu camino.
La publicidad te invita a que hagas todo lo que sea necesario para ganar dinero y comprar ese perfume que te hará irresistible, la casa de tus sueños, el auto que te convertirá en un macho Alfa. Y a las mujeres les venden la idea de que tienen que ser delgadas, de piel blanca preferentemente…y les ofrecen desde un lápiz labial mágico hasta una cirugía plástica que les convertirá en “la mujer que todos desean.”
Todo está manejado en pro de la manipulación y del lucro, ocultando la verdad de que el sólo hecho de existir ya nos convierte en algo digno de ser amado, en un misterio único e irrepetible. Pero los políticos y los comerciantes no tendrían el mismo éxito sí todos estuviéramos conscientes de que no necesitamos el 99% de las cosas que nos ofrecen y tuviéramos la dignidad suficiente para no obedecer las órdenes de los “superiores”.
Por otra parte, cuando uno logra aceptarse como es, en la situación que vive y en el planeta tierra, también empieza uno a aceptar a los demás como son (aunque tenga uno que cuidarse de la gente negativa,) a no querer cambiar ni manipular; empieza uno a experimentar un sentimiento de empatía que puede ir creciendo hasta convertirse en amor.
No importa que los demás te digan que estás mal, que fulanita o fulanito no te quiera, que la dependiente te haga mala cara, que vivas en un país subdesarrollado donde gobierna un tipo como Peña Nieto; no importa que no seas guapo como Brad Pitt o con la sensualidad de Angelina Jolie…no importa, porque tú eres tú y nadie tiene tus cualidades ni tus defectos, eres un milagro…todo es cuestión de que abras los ojos…y decidas amarte.