La retinosis pigmentaria es un grupo de desórdenes genéticos que afectan la capacidad de la retina para responder ante la luz, es una enfermedad hereditaria, de origen genético, y de carácter degenerativo.
“Afecta a una de cada cuatro mil personas y es una pérdida de visión periférica, y con el tiempo se pierde al centro; lamentablemente no existe cura actualmente para la enfermedad, se conoce como retinosis pigmentaria, retinitis pigmentosa o como distrofia de conos”, señaló el doctor Mauro Trujillo, oftalmólogo de la Unidad Médica de Alta Especialidad UMAE No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Este padecimiento es la primera causa de ceguera de origen genético en el mundo, seguida de retinopatía diabética o por catarata, éstas últimas de diferente origen. La retinosis es más frecuente en varones que en mujeres, en una proporción de 6 a 4.
La retina es una capa de células que son sensibles a la luz y recorre la parte posterior del ojo para convertir la luz en impulsos eléctricos, para pasar a través del nervio óptico generando la imagen.
Lo primero que se daña es la visión periférica y la nocturna debido a que cuando hay poca luz la pupila se dilata, entra más luz y más imagen y por ello ante la afección incluso se ve deteriorada la capacidad para distinguir colores y la visión central.
Se realizan diversos estudios como: visión cromática, fondo de ojo, exploración oftalmológica, campimetrías, estudio de electroretinograma en el que se conecta un aparato en la cabeza para mandar impulsos a la retina para ver si existe percepción de la imagen y que esté funcionando adecuadamente y todos se realizan en la UMAE No. 1, para beneficio de la población derechohabiente.
Recomendó el especialista del IMSS acudir a revisión ante la presencia de los síntomas mencionados para recibir atención profesional.