Este 3 de mayo, se celebra el día de la Santa Cruz, es un día muy emblemático en el que albañiles y trabajadores de la construcción de todo Salamanca están de fiesta.
Ser albañil, es un oficio muy difícil que requiere de vocación y pasión, a muchos ni la edad les quita el deseo de permanecer en un ramo arduo, pesado en el que se requiere mucho sacrificio, entusiasmo y dedicación.
Los trabajadores de la construcción soportan el agua, el sol y todas las inclemencias del tiempo, trabajan una jornada de 8 horas y siempre esperan que les caiga una oportunidad laboral para que no falte el alimento en sus hogares.
Gerardo Ramírez García, lleva más de 20 años trabajando en el ramo y le pide a Dios que no le haga falta nada, que lo proteja en sus labores y le agradece los favores recibidos, festeja el día del brío, de los sacrificios que conlleva el oficio que desempeña.
“Hoy en este día festejamos algo del esfuerzo, del sacrificio que realizamos nosotros día a día, nuestro trabajo pues es un poco pesado, inseguridad, tenemos el sacrificio de llevar con bien nuestro trabajo y esperar que nuestro santísimo señor nos proteja y nos cuide, nosotros optamos por el día de la santa cruz, festejarnos, honrar el esfuerzo que hacemos nosotros para ir con Dios y que todo salga bien”.
Coladores, cargadores, yeseros, albañiles, especialistas en pegar azulejo, esperan que no les falte trabajo y en esta celebración solicitan la protección de Dios para que durante sus faenas permanezcan a salvo.
“Nuestro día lo empezamos dándole gracias a Dios por estar de nuevo en nuestro trabajo, pedirle que nos proteja y que todo salga bien”.
La construcción es un oficio muy exigente, en el que hay mucho esfuerzo, su jornada es de 8 de la mañana a 6 de la tarde, no les da tiempo para más, ellos son los maestros de la pala y la cuchara, los que construyen enormes edificaciones los que suben a andamios y trabajan en las alturas, son los albañiles que sudan la gota gorda, trabajan bajo los rayos intensos del sol, no ganan mucho pero se esfuerzan día con día.
“Somos gente que realiza el trabajo con mucho esfuerzo, es bonito el esfuerzo que realizamos, nos mantiene siempre activos, nuestra familia subsiste honradamente, la vamos llevando, no son grandes lujos porque no nos alcanza nuestro salario es muy básico, no hay para darnos grandes privilegios”.
Por una jornada de 8 horas andan ganando entre 200 a 250 pesos y lo que más les pega es que en muchas ocasiones el trabajo no es estable.
“Yo creo que psicológicamente pesa también de veces que el trabajo no es muy estable y son trabajos de muy corto tiempo, es complicado mantenerse uno activamente económicamente, es muy inseguro y la forma de trabajar de nosotros es a veces sin seguro social, no tenemos un servicio médico muy estable, es muy complicado no trabajar en una empresa que tenga todas las prestaciones, es duro, lo pesado es prácticamente todo el trabajo del albañil es pesado”.
Hoy, iniciaron su día trabajando y a las 12 del día ponen una cruz de madera adornada con flores, después de este ritual en el que agradecen al creador, se preparan para festejar con los patrones, quien les ofrece carnitas y algo para beber.
¡Felicidades a todos los trabajadores de la construcción!