El próximo año los partidos políticos no sólo recibirán la cifra histórica de 6 mil 778 millones de pesos que les aprobó el Instituto Nacional Electoral (INE). A ese monto hay que sumar el presupuesto que recibirán en cada uno de los estados del país, por lo que realmente tendrán para gastar 11 mil 904 millones de pesos.
El INE aprobó el viernes el presupuesto que repartirá entre los partidos políticos para la elección federal de 2018; un total de 4.2 mil millones de pesos para gasto ordinario y 2.1 mil millones para gasto de campaña.
El mismo INE reconoció que se trata del presupuesto “más alto de la historia” para elecciones, aunque dijo que todo se debe a la fórmula de cálculo establecida en la Ley General de Partidos Políticos, con la que para obtener el gasto ordinario se multiplica el 65% de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) —que desde enero de 2016 sustituyó al salario mínimo— por el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral.
Sin embargo, desde 2014, con la aprobación de la Reforma Política, esta misma fórmula aplica en los estados del país, por lo que el dinero que recibirán los partidos políticos aumenta hasta 44% considerando los recursos que tendrán para gasto ordinario y para gasto de campaña en los estados con comicios locales.
Usando la fórmula de la Ley General de Partidos Políticos, se calculó el gasto ordinario que tendrán los partidos políticos en cada entidad en 2018, según el padrón electoral local vigente; además del gasto de campaña que se añade en los estados con elecciones a gobernador o legislativas.
El próximo año habrá elecciones para gobernador en los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, los partidos políticos de estas entidades suman otro 50% de gasto sólo para campañas políticas; pero además hay una veintena de partidos estatales con 30% más recursos por tener comicios legislativos.
De esta forma, además de los 6 mil 778 millones de pesos que recibirán los partidos políticos del INE, tendrán 5 mil 130 millones más repartidos por los institutos electorales locales.