EL ACTOR CARLOS BONAVIDES (EL HUICHO DOMÍNGUEZ) ha sido vetado en varias empresas debido a simpatía por el proyecto de Andrés Manuel López Obrador ; varios políticos y empresarios repiten que el presidente de MORENA es “un peli gro para México”; las fuerzas más obscuras y conservadoras se unen para evitar que llegue al poder. ¿A qué tanto le temen?
Argumentan los detractores del AMLO que con él empeoraría la economía del país, debido a una política populista. Es decir: una serie de acciones en que el estado gastaría lo que no tiene con tal de beneficiar a las mayorías; una política de intervención que entorpecería el trabajo de la iniciativa privada y afectaría negativamente a la producción; una serie de acciones pues, demagógicas y en contra de la realidad, promotoras de la dependencia y hasta de la holgazanería de los pobres.
Es curioso: cuando se disponen de los impuestos para beneficiar a los banqueros (FONAPROA) no es populismo; cuando se privatizan empresas para ponérselas en bandeja de plata a los amigos del presidente (como en el caso de TELMEX) no es populismo; sí se desnacionaliza PEMEX para que la burguesía internacional y los negociantes cercanos al círculo de poder se beneficien, tampoco es populismo. Sin embargo, sí se otorgan ayudas modestas a los ancianos más desprotegidos o se otorgan becas a niños muertos de hambre….¡que horroroso populismo!
Por otra parte, ya le corrigió Obama la plana a Peña Nieto al explicarle que un gobierno que trata de proteger a las mayorías tiene su lado positivo. Y López Obrador no es exactamente populista, ni mucho menos comunista. Esto ya lo demostró en la ciudad de México donde ejerció su mandato con responsabilidad y en buena relación con la mayoría de los empresarios.
Entonces, ¿a qué le temen tanto los políticos en el poder? Obviamente a que sea atacada la corrupción, a que disminuyan los privilegios de la alta burocracia y a que se implementen medidas que disminuyan las ventajas de que gozan los ricos en este país. Le temen a que se vaya formando un verdadero Estado de Derecho en el cual los latrocinios y crímenes de los poderosos ya no queden impunes; le temen a la educación del pueblo, al progreso de los obreros y los campesinos, de la empobrecida clase media…le temen a la justicia.
Definitivamente, en las elecciones del 2018 no habrá más que de dos sopas: o vota el pueblo por el Peje o por la cúpula que tiene a México en la lona y en una situación de miseria y de vergüenza frente a la comunidad internacional. Esperemos que los oprimidos reaccionen y que sean capaces de evitar un fraude más, una derrota que condenaría al país a un desastre mayor.