
Por: Iván Juárez Popoca Guerrero
EL SEXO ESTÁ SIENDO CONVERTIDO EN ALGO TRIVIAL: añoro aquellos tiempos en que se emocionaba uno con las revistas porno de los puestos de periódicos, los sentimientos de lucha pecaminosa contra los rollos hipócritas de los curas y pastores, la imaginación sobre las telas a todo lo que daba….¡Y pensar que yo era de los que leyeron «La Lucha Sexual de los Jòvenes» de Wilhem Reich y odiaba el conservadurismo! Pero es que este canijo sistema nos puso una trampa y convirtió el sexo en otra mercancía más, en algo desprovisto de misterio…nos fuimos al otro extremo…ahora la mayoría de chavos lo tratan como un video-juego más, como una gimnasia placentera, como una compra reservada al mejor postor.
Desde luego que la pornografía no debe morir porque, de alguna manera, cumple una función social y porque nunca podemos estar seguros de quien ha de catalogar algo como porno o no…¡hay mojigatos que pueden salir con que las pinturas de Miguel Angel o las esculturas de José Luis Cuevas son pornográficas! Sin embargo, es una pena que la mayoría de los padres, en una actitud comodina, le suelten a un niño un celular o una tablet donde es posible acceder a todo tipo de escenas sexuales, algunas francamente pervertidas, amén de las imágenes de sangre y violencia que son algo aún más reprobable. No hay una debida supervisión, una disciplina impuesta por una persona con criterio.
Por otra parte los medios de comunicación utilizan el aspecto sexual para vender todo tipo de productos, convirtiendo al cuerpo humano en una mercancía más. Antes se hacía con cierta discreción y abundaban los mensajes subliminales, ahora las cosas son obvias y sin que haya ningún tipo de juego: simplemente allí están las piernas, las tetas, los músculos, las nalgas..¡cómpralos! ¡compra nuestro producto sí quieres poseer!
Curiosamente las cosas han cambiado. Ya no se trata de buscar espacios de libertad para la expresión sexual; más bien hay que buscar la dignificación del sexo, creo que el mejor camino es luchar por el erotismo (que es muy diferente al porno.) El sexo por el sexo rebaja el acto; el erotismo es un arte complicado que convierte un acto simple de la naturaleza en algo trascendente, humano.