Derivado del ataque armado a un centro nocturno el pasado sábado 09 de Marzo, diversos establecimientos comerciales han comenzado a cerrar las puertas.
A través de diferentes comunicados por redes sociales, locales restauranteros y bares, han anunciado el cierre de los negocios, debido al temor de ser víctimas del crimen organizado.
La vida nocturna comenzó a entrar en crisis, desde que el pasado mes de diciembre, se negara la extensión de horario en bares y centros nocturnos, así como horario para venta de alcohol, como medida de seguridad, situación, que desató la molestia de los ciudadanos y empresarios, porque esto causaría ventas aún más bajas.
En entrevista previa, el representante de la Cámara Nacional de Restauranteros y Alimentos Condimentados de Salamanca (CANIRAC), Antonio Peña Medrano, señaló una fuerte preocupación por el gremio, ya que la clientela ha bajado, por temor a ser víctimas de algún delito.
«A raíz de que impusieron la no extensión de horario, nos ha bajado mucho la venta y nosotros no hemos visto resultados en estadísticas de que la violencia haya disminuido o que se vean resultados, lo que nos provoca es que la gente no vaya a consumir y no haya empleo y eso afecta directamente a las familias de los empleados, no solamente al sector comercial», señaló Peña Medrano.
Desde la implementación de esta medida y la imparable violencia en el municipio, alrededor de 40 establecimientos, han cerrado sus puertas, pues el negocio ya no resulta rentable.