La fiesta en el Nemesio Diez fue total. Toluca y Chivas entregaron un festín de buenas jugadas, pero el invitado principal, el gol, nunca arribó. El choque que sirvió para cerrar la jornada 12 tuvo acciones importantes, incluso con Tiago Volpi y el ‘Wacho’ Jiménez como protagonistas, el 0-0 fue movidito, pero de poco les sirve a los dos.
El inmueble rojo vivió la mejor entrada de la temporada. No era para menos, el siempre popular Guadalajara fue el rival a vencer. Chivas se sintió arropado, no solo por los miles de aficionados que hicieron el viaje, también por su técnico Ricardo Cadena. El entrenador planteó el mismo 11 que derrotó a los Pumas la semana pasada. Obligado por el rostro que tuvo su demonio ante Pachuca. Nacho Ambriz sí modificó.
El arranque fue con un ritmo espectacular. Vega salió inspirado en la que por varios torneos fue su casa. No solamente fue el primero en probar, también aprovechó un error de Huerta en la salida para poner en apuros a Volpi.
Toluca poco a poco tomó valentía. Su medio campo estuvo repleto de jugadores. El Serrucho Baeza, Jordan Sierra, Marcel Ruiz y Fernando Navarro construyeron con cimientos sólidos un ataque escarlata de calidad. Navarrito, desde un tiro libre, fue el que comenzó con el monólogo escarlata. Angulo disparó con la diestra, el balón besó el palo derecho del ‘Wacho‘. Sierra apareció por todos lados, pero Meneses no logró cerrar la pinza.
Toluca fue mucho mejor, aunque la más clara fue rojiblanca. En un pase filtrado de Alvarado, Vega enfiló solito ante Volpi, un amague dejó sin oportunidad a Alexis de definir. El descanso se asomó al Infierno. Toluca tuvo la última, Navarro se la dio a González. Cocoliso, sin puntería, la mandó a la grada.
Para el complemento, Cadena modificó de inmediato. Ormeño y Cisneros entraron con la encomienda de ayudarle a tomar protagonismo al equipo tapatío. Fueron esporádicas las llegadas rojiblancas, con Vega y Alvarado como los más activos.
Molesto, Ambriz le retornó protagonismo a los suyos con Leo Fernández. El uruguayo quiso imprimirle velocidad al ataque… poco a poco terminó por caer en el toque dormilón de los locales.
