Tienes problemas de gases, los pantalones (o la falda) te aprietan después de cada comida y estás harto. No sabes qué hacer, ni a qué se debe. Y el caso es que la mayoría de nosotros ha experimentado en algún momento esa desagradable sensación de tener hinchazón en el estómago. Como norma general, la causa de esta inflamación de estómago es que has comido de más, o bien algún plato flatulento y el cuerpo está en plena digestión. Pero también existe una serie de causas no necesariamente relacionadas con la dieta. A continuación vamos a hablar sobre las posibles causas que originan la inflamación de estómago y te damos algunos consejos para evitarlo.
9 posibles causas de la hinchazón o inflamación de estómago
1. Deshidratación
La hinchazón de estómago puede ser consecuencia de una hidratación defectuosa, con lo que beber agua puede, en principio, reducir la sensación de inflamación. La causa es que la deshidratación y un mal equilibrio de los electrolitos pueden parar la digestión y, cuando el cuerpo intenta equilibrarlos retiene excesiva agua.
2. Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
La EII es otra de las posibles causas por la que estás presentando inflamación estomacal. Es un nombre que abarca varios trastornos y enfermedades intestinales, incluyendo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Los síntomas habituales son diarrea, sangre en las heces, dolores de estómago y pérdida de peso.
Puede, además generar hinchazón, consecuencia del atrapamiento de gases en los pliegues intestinales. Si por cualquier causa te han operado del intestino, los pacientes de EII pueden generar hinchazón en el estómago si tienen adherencias consecuencia de la operación.
3. Síndrome del intestino irritable (SII)
Aunque el intestino de un paciente de SII parezca normal –a diferencia del caso de EII en que aparece inflamación estomacal– no significa que esté funcionando con normalidad. El sistema digestivo tiene una serie de nervios muy compleja y una falta de coordinación es lo que causa el Síndrome del Intestino Irritable.
El problema no tiene por tanto una causa puramente fisiológica, sino funcional. El SII se caracteriza por estreñimiento y/o diarrea, hinchazón y dolor abdominal.
4. Estreñimiento
Es la causa más obvia de una hinchazón estomacal. Consiste en una acumulación de las heces en los intestinos, causando una sensación de endurecimiento del estómago, dolor, incomodidad y gases. Entre sus causas:
- Comer poca fibra
- No beber la suficiente agua
- Falta de ejercicio físico
- Efectos secundarios de algunos medicamentos
- Estrés
5. Cambios hormonales
El síndrome pre-menstrual puede generar hinchazón de estómago, así como hacerte más proclive al estreñimiento y a la retención de líquidos. Puede presentarse antes, durante o después de la menstruación, pero hay muchas mujeres que no lo padecen.
En los primeros días del ciclo, se eleva el nivel de estrógenos, a la vez que las paredes del útero se engrosan. Esto puede generar hinchazón, que puede incrementarse cuando se aproxima la ovulación y se retienen más fluidos. En las mujeres que lo padecen, suele desaparecer al presentarse la menstruación.
6. Alguna alergia o intolerancia alimentaria
La alergia a algún alimento, o las intolerancias, pueden ser causa de hinchazón en el estómago. Los casos más habituales son los productos con gluten y los lácteos.
Aún no estando diagnosticado de celiaquía (o alergia al gluten) algunas personas pueden mostrar intolerancia, y presentar estreñimiento e hinchazón.
7. Falta de sueño
Nos puede afectar de muchas formas. Cuando tenemos falta de sueño, el cuerpo libera cortisol, la hormona del estrés. El cortisol puede afectar al aparato digestivo, acusando la hinchazón y estreñimiento.
8. Comer demasiado deprisa
Comer rápidamente conlleva, por norma general, ingerir demasiado aire. Resulta evidente que ese exceso de aire en el estómago puede causar sensación de hinchazón.
9. Estrés
Hay mucha polémica sobre la relación entre el Síndrome del Intestino Irritable y el estrés. Los intestinos están muy enervados y el estrés puede causar en ellos un estímulo prolongado. Aunque no esté relacionado con el SII, el estrés puede someter el estómago a cierta presión, generando la hinchazón.
Consejos para reducir la inflamación en el estómago
Si quieres reducir la hinchazón de estómago, hay una serie de hábitos que puedes incluir en tu día a día que te ayudarán con ella. No obstante, debes tener en cuenta que no son infalibles, ya que también influye la constitución de cada persona o las posibles patologías que puedan existir. Para estas, tendrás que consultar con un profesional, puesto que si hay alergias, intolerancias o alguna enfermedad como las mencionadas, no bastará con estos consejos para reducir la inflamación en el estómago sino que necesitarás de un tratamiento específico.
Hidrata tu cuerpo
Si bien cualquier líquido, así como la mayoría de alimentos, tienen agua en su composición, estos pueden incluir otra serie de componentes que sean contraproducentes para la inflamación de estómago. Por eso, lo mejor para hidratarse es beber agua, ¡y sin gas!
Se recomienda una ingesta mínima entre un litro y medio y dos de agua, pero si realizas deporte o hace calor, no tengas miedo de beber más. No solo ayudarás a tu estómago, hidratarse también reduce las arrugas y mantiene a raya a los dolores de cabeza.
Haz ejercicio
No es necesario que te apuntes a un gimnasio para levantar pesas si no es una actividad que te atraiga. De lo que se trata es de que te muevas. El cuerpo humano no está diseñado para la vida sedentaria, de ahí que esta sea responsable de tantas patologías actuales. Camina, corre, baila, nada, haz yoga, monta en bici… Las opciones de las que dispones son infinitas y siempre que se quiere es fácil encontrar una hora al día para hacerlo.
Activar tu cuerpo no solo estimulará el tránsito intestinal, que en consecuencia reducirá la hinchazón de estómago. Sino que además reducirás el estrés, despejarás tu menta y tu estado de ánimo mejorará. Al ejercitarnos, liberamos hormonas que elevan la autoestima y nos hacen sentirnos más felices.
Disfruta de las comidas
Sabemos que las prisas nos acompañan a diario y que tenemos más tareas al día de las que realmente podemos manejar. Sin embargo, comer es más importante de lo que creemos, y es que además de nutrirnos, es un momento para cuidarnos.
Cuando estés almorzando o cenando, olvida los trabajos que debes hacer a continuación, lo que tu compañero te dijo o la conversación que debes tener con tu pareja. ¡Observa lo que tienes en el plato y disfrútalo! Vive este tiempo como una meditación o un rato en el que estar presente y ya verás como no terminas de comer con la barriga hinchada. Eso sí, si has optado por alimentos como las legumbres, asegúrate de apostar por remedios que eviten las flatulencias.
Reduce el estrés en tu vida
Es mucho más fácil decirlo, pero estresarse tampoco consigue mejores resultados. ¡Al contrario! Dificulta la concentración, reduce la creatividad y facilita que cometamos errores. ¿Tienes mucho que hacer y no llegas? Entonces respira y tómatelo con calma. Como dice el dicho: «¡Vísteme despacio que tengo prisa!».
Y si hay aspectos de tu vida que se hacen cuesta arriba, a lo mejor lo que necesitas es algunos cambios. Busca otro empleo, cambia tu círculo de amistades, termina las relaciones que no te aporten o dedica un rato cada día solo para ti. ¡También puedes buscar ayuda profesional!
Aliméntate de productos sanos
Es probable que hayas oído hablar de los alimentos ultraprocesados, que hoy en día abarrotan las estanterías de los supermercados. Sabemos que te encantan, pero se debe precisamente a los aditivos que llevan, que en muchos casos, son adictivos, además de nocivos para la salud. Otra de sus consecuencias es la hinchazón de estómago.
Para ello, lee las etiquetas o analízalas. Te darás cuenta de que hay muchísimos alimentos que llevan lácteos y tal vez padezcas una intolerancia a la lactosa. Pero, ¿estás a salvo por comer sano? Lamentablemente, no. Las legumbres o verduras como la col o el brócoli son mundialmente conocidas por los gases que producen. ¡Hay solución! Cuécelas a fuego lento, utiliza especias como el comino o déjalos en remojo durante la noche.
Alíate de infusiones
Hay remedios caseros para todo, incluida la hinchazón de estómago. Si esta ha llamado a tu puerta, opta por infusiones con jengibre, anís o manzanilla. También parece funcionar mezclar 50ml de agua tibia con 20ml de vinagre de manzana. Quizás el sabor no te encante, pero si funciona, ¡bendito remedio!