
La región de Afar, ubicada en el Cuerno de África, está viviendo un fenómeno geológico sorprendente: el continente africano se está partiendo lentamente, y con el tiempo, esto podría dar lugar a la formación de un nuevo océano.
En esta zona se juntan tres grandes grietas en la Tierra llamadas fallas tectónicas: la del Rift Etíope, la del Mar Rojo y la del Golfo de Adén. Allí, el suelo se está abriendo porque roca caliente del interior del planeta está subiendo hacia la superficie.
Un grupo de científicos de universidades del Reino Unido e Italia estudió más de 130 muestras de rocas volcánicas de la zona. Descubrieron que esa roca fundida sube desde el manto terrestre en forma de “pulsos”, algo parecido a un latido del corazón. Estos pulsos debilitan la corteza terrestre y aceleran la separación de las placas tectónicas.
La investigadora Emma Watts explica que estos “latidos” llevan señales químicas que ayudan a entender lo que pasa debajo de la Tierra. Otro científico, Tom Gernon, dice que cuanto más delgada es la corteza, más fuerte es este pulso, sobre todo en zonas como el Mar Rojo.
Este hallazgo cambia la forma en que entendemos cómo se forman nuevos océanos. Aunque el proceso es muy lento y puede tardar millones de años, ya existen señales de que el terreno se está hundiendo y que el agua del mar ha entrado allí en el pasado, como ocurrió hace unos 80.000 años.
En resumen, lo que está pasando en Afar es como ver, en cámara lenta, cómo nace un nuevo océano. Un recordatorio de que nuestro planeta está vivo y en constante transformación.