Fue el pasado 13 de enero cuando al interior de la Escuela Secundaria 18 de Marzo se presentó una pelea entre dos alumnos, uno de los cuales resultó herido por arma blanca, toda vez que su compañero lo apuñaló a la altura del pecho.
Ante estos lamentables hechos que han indignado a la sociedad salmantina, nos dimos a la tarea de buscar la postura de la supervisora de la zona 503: María del Carmen Espinoza Alvarado, quien además de negarnos cualquier clase de información, ni siquiera tenía conocimiento de los hechos y aunque tuvimos a bien ponerla en contexto, nuevamente se negó en darnos una entrevista además de colgarnos deliberadamente pues al intentar insistir para contactarla, la supervisora ya ni siquiera atendió el teléfono.
Cabe mencionar que no es la primera vez que esta institución educativa se ve involucrada en situaciones violentas; los padres y madres de familia se muestran indignados e impotentes pues ni siquiera la autoridad competente ha tenido la cortesía de dar la cara a la ciudadanía y ofrecer estrategias que combatan la realidad que se vive en uno de las más icónicos planteles del municipio.
El escenario es desolador pues en voz de los padres y madres de familia así como del alumnado, “los jóvenes no se sienten seguros”, un sitio que debiera ser una institución de aprendizaje y conocimiento, se ha convertido en un lugar que siembra miedo e inseguridad, no solo por las agresiones verbales, que dicho sea de paso, se dice el bullying es por demás grave, sino porque los chicos temen ser agredidos físicamente con toda clase de utensilios.
Es evidente que la responsabilidad también recae en los padres de familia, sin embargo la situación en esta institución ha llegado a niveles alarmantes, peor aún cuando la supervisora de zona ni estaba enterada de lo acontecido y ni quiso dar la cara; los padres de familia también solicitan apoyo en cuanto a la infraestructura de la Secundaria que como ellos mencionan, está totalmente deteriorada.
Ofrecer seguridad para los jóvenes salmantinos, sobre todo en recintos educativos, debe ser prioritario; la ciudadanía solicita apoyo a las autoridades, pero sobre todo respuestas y estrategias por parte de la supervisora, que esperamos dentro de poco pueda hacer un espacio para dar la cara a los alumnos y padres de familia.