Si de preguntas y comentarios incómodos se trata, César Prieto ya dejó claro que no son bienvenidos en su administración.
Durante una transmisión en vivo realizada este lunes 22 de septiembre, el presidente municipal de Salamanca mostró una postura poco empática ante los cuestionamientos de la ciudadanía que aparecían en los comentarios.
Cuando este medio intentó hacerle llegar uno de esos mensajes, el alcalde la interrumpió con un tajante: “no mira, eso de comentarios no”, evitando responder a la inquietud planteada.
El episodio no pasó desapercibido, ya que, en teoría, estas entrevistas son presentadas como un espacio de cercanía con la población. Sin embargo, la respuesta del alcalde dejó ver lo contrario: cero disposición a escuchar lo que la gente realmente quiere decir.
Para los espectadores, la reacción del presidente municipal fue clara, una actitud de evasión ante la crítica y una negativa a abrir un diálogo directo. Lo que pudo ser una oportunidad para responder con claridad, terminó convirtiéndose en un gesto de indiferencia hacia una de las exigencias más básicas de cualquier ciudadano: ser escuchado.
Cabe recordar que en emisiones anteriores, Prieto ya había catalogado los cuestionamientos ciudadanos como simples “chismes”. Por esa razón, la reportera subrayó que se trataba de un comentario de la gente, detalle que tampoco cambió la decisión del alcalde de no responder.
La negativa del presidente municipal no solo dejó mal sabor entre la prensa, también entre los ciudadanos que esperaban respuestas. El argumento de “comentarios no” terminó por reforzar la percepción de un gobierno que prefiere darle la vuelta a la crítica antes que enfrentarla con argumentos.
En una ciudad con problemas que no se resuelven solos, la indiferencia hacia la voz ciudadana parece más un muro que una puerta. Y con cada transmisión, la brecha entre el discurso oficial y lo que vive la gente se hace más evidente


































