- Después de su jubilación como obrero de la extinta Montrose, hoy Tekchem, admira su excelente estado físico.
- Para mantener su hábito por el arte literario, es de los pocos visitantes asiduos de las bibliotecas públicas en Salamanca.
Para don Raúl Saavedra Hernández el libro “Corazon: Diario de un Niño” escrito por Edmundo de Amicis, fue una obra que lo marcó desde la su infancia y aunque durante su juventud y vida laboral las ocupaciones lo alejaron del inmenso mundo literario, al jubilarse retomó este hábito que conserva cada vez con más devoción e intención, siempre después de sus ocupaciones diarias.
En el marco del Día Internacional del Libro, en Salamanca don Raúl, a sus 75 años es un asiduo lector que aprovecha las envidiables virtudes físicas que aún conserva, entre ellas una de la más importantes como es la vista, ya que, a pesar de su edad, no necesita de lentes para aventurarse en el inmenso mundo de la literatura.
La pasión por la lectura para don Raúl Saavedra, nació cuando cursaba la primaria y después de leer las aventuras de un niño Italiano, con el que se identificó, la humildad en su familia y su necesidad de trabajar lo obligó a dejar la lectura y a cursar una carrera como hubiera deseado, sin embargo su pasión por los libros, le dio las facilidades para trabajar y jubilarse como obrero en una de las primeras industrias química en Salamanca como fue la antigua Montrose Mexicana, hoy Tekchem donde laboró 35 años en el área de produccion.
Padre de seis hijos, comenta que uno de sus hijos y un par de nieto han mostrado atracción por la literatura, hábito que para poder conservar, aprovecha el acervo que de manera gratuita ofrecen bibliotecas públicas como el caso de la ubicada en la “Casona Vieja”, un inmueble de artesanías ubicado frente al Jardín Xidoo a un costado del inmueble donde por muchos años se ubicó la clínica del ISSSTE.
Entre las obras que don Raúl recuerda haber leído que le han dejado grandes enseñanzas, además de su primer libro destaca: “La Cabaña de Tío Tom”, “Vida después de la Vida”, “Memorias de un Loco”, “Cumbres Borrascosas” y “La Tercera Guerra Mundial”, esta última por los hechos reales en la que estuvo basada.
Obras literarias que recomienda leer, sobre todo para anteponer a malos hábitos que con tristeza observa que han adoptado las nuevas generaciones como son los programas de televisión, la mala lectura en internet y sobre todo la pérdida de tiempo por los videojuegos “ahora prefieren los jueguitos esos, yo veo muchos jóvenes que deberían estar aprovechando sus libros de escuela”, lamentando la pérdida del hábito de la buena lectura.
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