Aunque cuando llega el verano los expertos insisten en la necesidad de protegerse del sol y en los cuidados de la piel, también es importante que se preste más atención al cuidado de los ojos, ya que por el calor la conjuntivitis se puede presentar fácilmente sobre todo en niños.
La conjuntivitis bacterianas sin tratamiento dura de 7 a 10 días; las víricas, hasta 2 semanas, pero en cualquier caso, para aliviar los síntomas se aconseja poner compresas de agua fría sobre los ojos o limpiarlos con gasas empapadas en sueros fisiológicos, una distinta para cada uno y es de suma importancia no iniciar tratamiento si no lo ha indicado el pediatra o el oftalmólogo.
Para las conjuntivitis alérgicas o víricas, sin embargo, lo más efectivo es el uso de gotas oftálmicas con corticosteroides, que nunca deberán utilizarse en el caso de que la infección se haya producido por herpes, ya que los corticosteroides empeoran la infección.
Los expertos señalan que durante esta época estamos más expuestos al sol, las piscinas y el agua mal tratada o salada y que el contacto con productos químicos que se utilizan para desinfectar el agua de las piscinas puede provocar conjuntivitis irritativas u otras infecciones fácilmente tratables.
La conjuntivitis irritativa es una de las enfermedades más comunes del verano y se trata de la inflamación de la conjuntiva, membrana que cubre la parte anterior de los ojos y el interior de los párpados, debido a diversos motivos como una reacción alérgica al polvo, el moho, la caspa animal, polen o una irritación a causa de un resfriado, un brote de sarampión o la luz ultravioleta.
Entre los síntomas que se derivan de una conjuntivitis, el ojo rojo es el más común. Además, también se puede producir un mayor lagrimeo, legañas, picor, sensación de cuerpo extraño, fotofobia o incluso lesiones en la córnea.
Recomendaciones para prevenir una conjuntivitis en verano
Inicia con una buena higiene de manos, lavárselas al menos tres veces al día y, sobre todo, no tocarse los ojos cuando estén sucias. También recomienda llevar a cabo una buena limpieza de las toallas y, para las mujeres, no compartir el maquillaje, pues es el «vehículo» que usan las bacterias para llegar al ojo.
Entre otro de los consejos esta no usar gafas de sol del mercadillo, pues es peor que no llevar gafas, ya que la mayoría de las personas piensan que por ser oscuras protegen de los rayos solares, desafortunadamente no tienen los filtros adecuados para combatir la radiación ultravioleta y sólo disminuyen la cantidad de luz que llega al ojo.
