En el marco de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Aracely Velasco Bonilla, presidente del Organismo Nacional de Muejeres Priistas en Salamanca reflexionando en el tema señaló que hoy en día, el tema de la equidad de género, en referencia a los derechos políticos de las mujeres, está en boga y para muchos significa un gran logro y hasta la panacea de la equidad, por el hecho de que la mujer pueda acceder, en igual porcentaje que los hombres, 50%, a las candidaturas para contender por cargos de elección popular (la reforma reciente al artículo 41 Constitucional así lo establece), destacando que esta percepción no lo es del todo cierta.
Velasco Bonilla agregó que si bien es cierto que es un avance el haberse llegado a ese porcentaje, y considerando que antaño el papel de las mujeres en política era bastante limitado, aún hay bastantes obstáculos y patrones culturales que impiden hablar de una equidad plena, y esa realidad se ve reflejada de muchas maneras.
Destacó que cuando una mujer sobresale por mérito propio, sin que detrás de ella exista un padrino político varón que la impulse en su carrera, para, por supuesto, él establecer a través de ella su criterio, está expuesta a quedar fuera de la contienda política y con reducidas o nulas posibilidades a acceder a candidaturas o puestos de elección popular.
Señaló que esta situación se vio claramente reflejada en el pasado proceso electoral del 2015, en el que mujeres con probada militancia, trabajo partidista y probada lucha a favor de los derechos de las mujeres fueron desplazadas, ya que fueron muy pocas las que con mérito propio lograron hacerlo.
«Lo que nadie se atreve a decir, es que las mujeres sólo fueron utilizadas como slogan en los discursos políticos porque fue el tema fundamental de la agenda en la pasada elección. Pero lo más grave y atentatorio en contra de los derechos políticos de las mujeres es que las cuotas de equidad en las candidaturas, recayeron en las esposas, hijas, sobrinas y en algunos casos, hasta en amantes de los políticos varones, en lugar de mujeres con trayectoria propia. Por supuesto, existieron excepciones de mujeres que teniendo esa relación o parentesco, tuvieron mérito propio, pero fueron casos aislados» dijo.
Comentó que de prevalecer esta situación, como se vislumbra que volverá a ocurrir y ahora con mayor fuerza en los próximos comicios, significará un grave riesgo para la equidad con justicia y para el empoderamiento real. «La situación anterior implica una simulación de equidad, por lo tanto, será una simulación acotada, ya que la mujer favorecida con el cargo, trabajará y estará invariablemente bajo la sombra de un hombre a quien le debe el favor de haberla hecho llegar hasta donde está» señaló.
Estas mujeres que se beneficiaron y que se beneficiarán con este apoyo varonil, estarán recogiendo sin mayor esfuerzo, ni mérito, los frutos de toda la lucha que hay detrás de ellas. Se convierten en beneficiarias, pero a la vez, en las principales enemigas para que la equidad se dé de manera real y justa, ya que con estas actitudes oportunistas contribuyen a reproducir el esquema de que quienes toman las decisiones más trascendentales seguirán siendo los hombres, los cuales no abandonarán el poder de ninguna manera, sino que lo ejercerán a través de las mujeres impuestas y empoderadas para ellos.
Finalmente la presidente del OMPRI en Salamanca dijo que ante esta realidad en la vida política de México, la lucha debe seguir, hasta alcanzar un día la equidad plena, en el que la mujer empoderada dé paso a la propuesta de políticas públicas a favor de la justicia social y la equidad.