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Cientos de ayudantes de los Reyes Magos abarrotaron las calles de la zona Centro, y distintas plazas comerciales en busca de los juguetes solicitados por los niños en sus cartas, las cuales no enviaron este año por globo o correo, sino que quedaron en sus zapatos o junto al árbol de Navidad.
Desde temprano, donde acuden cada año para aprovechar las ofertas, fueron sorprendidos por el cierre de todos los puestos semifijos.
La venta de juguetes, ropa, pistolas, mochilas, tenis y zapatos se concentró en la calle 5 de mayo, Juárez, Zaragoza, Sánchez Torrado y los distintos centros comerciales, que estuvieron abarrotados.
El llamado de las autoridades a evitar grandes concentraciones, mantener la sana distancia, usar cubre bocas y sólo permitir la venta de alimentos para llevar, con la finalidad de evitar contagios por Covid-19, no tuvo eco.
Tras un largo recorrido, muchos ayudantes de Melchor, Gaspar y Baltasar no pudieron cumplir los deseos de los pequeños, más por falta de dinero y empleo que ganas, porque por la pandemia todo está carísimo, comentaron algunos.
La solicitud de un teléfono inteligente o una consola de juegos fue cambiada por carros de carreras, juegos de destreza, muñecas, cocinas mágicas, Avengers, muñecos de acción, personajes de Toy Story, rifles, escopetas o pistolas.
El Covid-19, expusieron entrevistados, no impidió que gastáramos en Navidad y Año Nuevo, pero el último jalón es el de Reyes, pero ni con ahorros y el aguinaldo alcanza, por lo que tendrán que conformarse con lo que les traigan.
Mencionaron que acudieron a familiares, amigos o prestamistas para sortear la difícil situación económica que enfrentan y llevar un poco de alegría a sus hijos.