La angina de pecho es un dolor o molestia que se presenta cuando el músculo cardiaco no recibe suficiente irrigación sanguínea y por lo tanto un deficiente aporte de oxígeno; éste término viene del latín “angor pectoris” que significa estrangulamiento en el pecho.
Este padecimiento se presenta generalmente cuando el corazón necesita una mayor cantidad de oxígeno y las arterias han acumulado placas de ateroma, como puede ocurrir cuando se realiza ejercicio fuerte, temperaturas extremas, comidas pesadas y consumo de alcohol o tabaco.
Afecta a ambos sexos pero en los hombres se produce después de los 30 años y en las mujeres a una edad mayor. Las causas son un estrechamiento en las arterias debido a una acumulación de placa de ateroma, niveles bajos de glóbulos rojos (anemia) o hipertiroidismo.
El dolor que genera esta afección comienza en el centro del pecho pero puede extenderse al brazo izquierdo, cuello o mandíbula; es posible que se presente pérdida de a sensibilidad en los brazos, hombros o muñecas. Es importante mencionar que si el dolor cambia, aumenta o dura más tiempo debe buscarse atención médica de inmediato.
La angina de pecho es un síntoma de una enfermedad arterial coronaria, existen diferentes tipos y las más comunes son: estables e inestable. En la primera los pacientes generalmente conocen la causa que generan los ataques y cómo se comportan los mismos; la angina de pecho inestable es más peligrosa debido a que no sigue un patrón por lo que existe un mayor riesgo de sufrir un ataque cardiaco y puede presentarse sin esfuerzo físico.
Para tratar este padecimiento se administran medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas al mejorar el flujo sanguíneo; en algunos casos es posible que sea necesaria una cirugía.