
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este sábado que su gobierno lanzó un ataque aéreo directo contra tres instalaciones nucleares en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán, consideradas clave en el desarrollo del programa atómico iraní.
A través de su red social, Trump aseguró que el operativo fue “muy exitoso” y destacó que todos los aviones involucrados en la misión lograron salir sin daños del espacio aéreo iraní. “Se lanzó una carga completa de bombas sobre el sitio principal, Fordow. Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses. ¡Ahora es el momento de la paz!”, escribió.
El ataque se realizó con bombarderos B-2 equipados con bombas antibúnker, diseñadas específicamente para penetrar estructuras subterráneas. Fordow, uno de los sitios atacados, se encuentra excavado en una montaña a más de 70 metros de profundidad.
Este bombardeo ocurre en medio de una creciente tensión en Medio Oriente, marcada por los recientes ataques de Israel contra infraestructura iraní y la amenaza constante de una guerra a gran escala. Según medios internacionales, Estados Unidos se habría sumado a la ofensiva israelí tras considerar que el riesgo nuclear había llegado a un punto crítico.
Aunque el gobierno iraní no ha emitido un comunicado oficial tras los hechos, líderes cercanos al régimen han advertido sobre consecuencias “irreversibles” ante cualquier agresión extranjera.
Mientras tanto, organismos internacionales como el OIEA han expresado preocupación por los riesgos que estos ataques representan no solo para la región, sino para la seguridad nuclear global.