“Los demócratas no nos representan”, declaró a escasos 200 metros de la frontera la dreamer Fernanda Madrigal.
Ahora, sin que lo impida la bancada demócrata, el Congreso y el presidente Donald Trump han aprobado y firmado un presupuesto para dos años sin incluir fondos para el desmantelado programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que protegía de eventuales deportaciones a unos 800 mil dreamers, en su mayoría mexicanos.
“Los demócratas sólo nos usan cuando quieren conseguir votos o un puesto de elección; los republicanos quieren nuestra deportación, o permitirnos quedarnos a cambio de dinero para la construcción del muro fronterizo y recursos para deportar al resto de los 11 millones de indocumentados”, dijo Madrigal.
La joven residente de California dijo sentirse “atacada, traicionada, devastada”. Un sentimiento que comparten hasta medio millón de jóvenes soñadores mexicanos.
“No queremos que nos negocien por lo que mejor convenga a cada partido, sino por lo que es mejor para el país, para nosotros y para la comunidad inmigrante”, declaró Madrigal a Excélsior.
Ahora los dreamers se encuentran solos sin el apoyo que debieron otorgarles los legisladores, especialmente los demócratas, y a menos de un mes de que venza el plazo en que el congreso debiera decidir si continua, modifica o suspende el programa de DACA que inició por orden ejecutiva del presidente Donald Trump.
Desde el pasado 5 de septiembre, cuando la administración Trump suspendió el programa de DACA, cada 12 minutos un dreamer queda sin protección ante deportaciones, sin poder renovar permisos para permanecer en el país legal y temporalmente y sin poder trabajar.
Los jóvenes contaban con que los demócratas se negarían a aprobar el presupuesto a menos que incluyera fondos para renovar DACA, pero ayer en la madrugada ambos partidos aprobaron el presupuesto sin incluir referencia para los 800 mil jóvenes.
La presidenta de la minoría demócrata en Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, intentaba de último momento conseguir por lo menos un compromiso verbal de su colega dirigente republicano Paul Ryan para debatir el tema de los dreamers después de aprobar el presupuesto, pero ni eso pudo conseguir.
Quedan semanas para el plazo en que los dreamers deban conseguir algún tipo de protección o queden definitivamente vulnerables ante potenciales detenciones y deportaciones.
Entre tanto los jóvenes soñadores no se dan por vencidos y planean incrementar acciones.
“Los jóvenes inmigrantes de este país no se quedarán de brazos cruzados mientras el presidente Trump y una pequeña minoría en el Congreso denigra, criminaliza y deshumaniza a nuestra comunidad’, dijo Klingenfuss.
Advirtió que “estaremos aquí mucho después de que los supremacistas blancos y los racistas se hayan convertido en un recuerdo desvanecido”.
Dijo que “nuestra lucha continúa durante las próximas tres semanas por una solución humana, compasiva y justa antes del 5 de marzo. Si no la conseguimos, les recordaremos a todos y cada uno de los legisladores su fracaso en las urnas en noviembre” de este año.