Por: Don Teofilito
Bienvenido mi querido, selecto y limitado grupo de lectores.
En esta ocasión vamos a platicar un poco sobre la trayectoria de un personaje político que brinca más que un grillo y traiciona más que un bandolero del viejo oeste, y aunque no quería decirlo así porque se trata de una dama, no se me ocurre otro símil para referirme a Rosario “Chayito” de la Vega.
Una Licenciada que desfila en el PRI pero que es como las banderas que según para donde sople el viento se mueve, ya que luego obedece según sus intereses al PAN y luego otra vez a los del tricolor y luego otra vez a los blanquiazules.
Chayito puede estar padeciendo Alzheimer y no se ha dado cuenta. Que alguien le avise por favor porque ella solita brinca de puesto en puesto y se le olvida que debe obediencia a los valores de su partido, pero como le sobra mucho corazón y le falta memoria, pues obedece también a los de otros partidos.
Como flor sin aroma o árbol sin raíz, así anda Chayito de la Vega paseando como domingo en la plaza por cada partido político que le ofrezca algo sustancioso, como por ejemplo cuando los del PRI le ofrecieron y pusieron en bandeja de plata la candidatura a la presidencia municipal de Salamanca y no pasó nada, hace más ruido mi tortuga cuando ronca.
Pero no contaban con que los del PASN le ofrecerían un puestazo en la magistratura y a Chayito se le olvidó el verde el blanco y el rojo que la vieron nacer y la arroparon por muchos años, ya me imagino a los militantes las gracias que les ha de haber causado su traición.
Chayito es la versión femenina de Porfirio Cadena, que nomás no entiende de razones, ella nomás entiende de influencias y dinero constante y sonante. Ella no sabe de lealtad, es como la hierba de baldío que crece donde sea, pero al poco tiempo o se seca o se quema.
Y ahora regresa como las oscuras golondrinas al PRI como cuando los nietos corren a los brazos de su abuelito porque saben que les va a dar dinero para ir a la tiendita. Y claro, la premiaron y le dieron la gran bienvenida postulándola como candidata a diputada federal. No hace falta ser un sabio para ver como operan los del PRIAN y todos los que a ellos se acercan.
Nomás acuérdense del dicho que tener un piano no te hace pianista, y estar en un partido o en otro, no te hace político.
