A los trabajadores:
Por Alberto Reyna García
Hace 132 años fueron encarcelados y ejecutados, en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, un grupo de trabajadores que lucharon por cambiar y mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.
En México, casi veinte años después de ese crimen, los mineros de Cananea, Sonora, se declararon en huelga y, al mismo tiempo, también se rebelaron los obreros textiles de Río Blanco, Veracruz.
Estas huelgas exigían la jornada laboral de ocho horas, mejores salarios, y las dos huelgas fueron reprimidas de manera brutal.
En Cananea, los Rangers gringos sitiaron la mina, apresaron y asesinaron a varios trabajadores, avalados por el dictador, Porfirio Díaz, y en Río Blanco, el ejército de la dictadura masacró a trabajadores y líderes sindicales.
¿Qué es lo que tienen en común Chicago, Cananea y Río Blanco? En primer lugar, el levantamiento de los trabajadores contra sus explotadores, cansados de condiciones denigrantes, bajos salarios, abusos y jornadas extenuantes y, en segundo lugar, la represión violenta en donde el gobierno porfirista se puso del lado de los patrones, nacionales y extranjeros, para aplastar las protestas, como hoy también sucede.
Después de aquellas heroicas jornadas de lucha y del triunfo de la revolución mexicana, la clase trabajadora fue conquistando, con muchos sacrificios, beneficios salariales y derechos sociales frente a los patrones y al Estado.
Sin embargo, en México, a partir de 1982, cuando llegan al gobierno federal los neoliberales, proceso que continúa hasta ahora con Peña Nieto, los trabajadores seguimos perdiendo mucho de lo que habíamos logrado. Es más, no lo perdimos, nos lo robaron tanto el gobierno como los empresarios:
Nos han robado la estabilidad en el empleo, el sistema público de pensiones, el escalafón, la jornada de ocho horas, los derechos por antigüedad, el salario digno y suficiente, el poder adquisitivo del salario, el pago de tiempo extra, el derecho a sindicalizarnos y el derecho a una educación pública, científica y gratuita.
Nos han robado el derecho a la atención médica especializada, a las medicinas para enfermedades crónico-degenerativas, los créditos para casas de interés social, vacaciones, y el derecho a incrementarlas.
Nos han robado, el derecho de cuidar a nuestros hijos, también el apoyo para la despensa básica y han eliminado, en la práctica, las tiendas del Seguro Social y del ISSSTE.
Como pueblo, nos han robado el petróleo, los bancos, los teléfonos, las playas, los ferrocarriles y cientos de empresas rentables, que eran propiedad de la nación y nos han robado el territorio, en comunidades enteras sus habitantes son desalojados por el gran capital nacional y extranjero.
También nos han robado la independencia alimentaria, energética y económica de la nación y con ello gran parte de la independencia política. Nos han robado la tranquilidad y sumido en un caos de inseguridad y la más violenta delincuencia, no sólo tolerada sino fomentada por el Estado neoliberal.
Y como si esto fuera poco nos han robado también el derecho a protestar contra todo este atraco, con la llamada ley de seguridad interior.
Podríamos seguir con esta lista interminable de abusos y también complementarla con lo que quieren seguir robando y saqueando.
¿Qué se merecen los patrones explotadores y corruptos, sean del gobierno vendepatrias o empresarios privados?
No se merecen otra cosa más que:
¡La cárcel y quitarles el dinero mal habido!
¡Evitar que nos sigan engañando, explotando y gobernando!
¡Sacarlos del gobierno, y quitarles el poder!
¡No hay otra salida!
¿Cómo lo podemos lograr?
Lo vamos a lograr con la unidad de todos los trabajadores de la ciudad y del campo.
Lo vamos a lograr desterrando el sectarismo, conformando un gran frente nacional democrático, patriótico y antiimperialista.
Lo vamos a lograr uniendo nuestras luchas, con organización y movilización en cada pueblo, en cada colonia, en cada calle, en cada municipio, en cada estado, ¡en todo el país!
¡Lo vamos a lograr con preparación política e ideológica, con unidad y conciencia de clase!
No hay otro camino para la construcción de una sociedad con justicia y libertad para todos.
¡Abajo el gobierno neoliberal de Peña Nieto!
¡Fuera el mal gobierno!
¡Ni un gobierno neoliberal más!
¡Viva la unidad de la clase trabajadora!
¡Viva la independencia nacional y el progreso social!
¡Viva el internacionalismo proletario!
¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!
Salamanca, Gto. Primero de Mayo de 2018.
