La señora Columba (o Paloma como también la conocen) es una salmantina de 81 años que todos los días sale a ganarse el pan y demuestra que pese a sus malestares sigue trabajando y poniendo mucho empeño en lo que hace.
Hace muchos años que inició en el comercio, vendiendo elotes y principalmente cacahuates tostados, no obstante, hoy por hoy se dedica a vender dulces pues ella cree que estar tanto tiempo en el calor le ha producido afectaciones en la salud, principalmente en las piernas.
Recordar es volver a vivir y nos compartió aquellos ayeres donde “tumbaba” la milpa y plantaba diferentes semillas; demostrando que toda su vida trabajó y mucho más cuando de sacar a sus hijas adelante se trató, luego de quedar viuda.
“Cuando podía andar, ¡cuidado conmigo!”, dijo señalando que siempre se ha levantado temprano buscando el sustento de los suyos, no es difícil entender el porqué es tan querida entre sus conocidos y el porqué los vecinos están al pendiente de ella, procurándola y ofreciéndole cariño.
Una mujer muy trabajadora y a la que sus padecimientos no la han detenido, y es que tal como expresó: “Ay que echarle ganas mientras se pueda”.
La historia de doña Paloma es un ejemplo de vida, mostrando que la voluntad y fortaleza de los salmantinos no tiene fronteras; pueden encontrarla sobre calle Cruz Roja casi esquina con Abasolo y además de adquirir un caramelo y apoyar a su economía podrán conocer un poco más de ella y su trato afectuoso, sabemos que sin duda, volverán a visitarla.