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En una operación sin precedentes, el gobierno de México entregó este jueves a las autoridades de Estados Unidos a 29 narcotraficantes de alto perfil, todos ellos detenidos en diferentes prisiones del país, informó la Fiscalía General de la República (FGR). Entre los extraditados destacan figuras históricas y líderes de cárteles que durante décadas marcaron la historia del narcotráfico en México.
La lista incluye a Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara, reclamado desde hace años por el asesinato del agente de la DEA Enrique «Kiki» Camarena en los años ochenta. También fueron extraditados Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, conocidos como Z-40 y Z-42, antiguos cabecillas del sanguinario cártel de Los Zetas. Se suma Antonio Oseguera Cervantes, alias «Tony Montana», hermano de Nemesio Oseguera «El Mencho» y operador financiero clave del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como José Ángel Canobbio, alias «El Güerito», señalado como uno de los principales responsables del tráfico de fentanilo para el Cártel de Sinaloa y cercano a la facción de Los Chapitos.
La nómina de extraditados también incluye a Vicente Carrillo Fuentes, «El Viceroy», heredero del Cártel de Juárez; José Rodolfo Villarreal, «El Gato», vinculado al Cártel de los Beltrán Leyva; José Jesús Méndez Vargas, «Chango Méndez», fundador de La Familia Michoacana, y José Alberto García Vilano, «La Kena», identificado como uno de los líderes más violentos del Cártel del Golfo. Varios de ellos enfrentan cargos no solo por narcotráfico, sino también por lavado de dinero, homicidio y uso ilegal de armas de fuego.
Esta masiva entrega de narcotraficantes ocurre en un momento clave para la relación bilateral entre México y Estados Unidos. En medio de tensas negociaciones comerciales, el gobierno mexicano busca frenar la amenaza de un arancel del 25% que el presidente Donald Trump pretende imponer a las exportaciones mexicanas, como parte de su presión por frenar el tráfico de fentanilo y el flujo migratorio. El anuncio de las extradiciones se dio en el marco de una reunión en Washington entre altos funcionarios de seguridad de México y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, donde el gobierno de Claudia Sheinbaum presentó los resultados de su estrategia de seguridad implementada desde octubre de 2024.
Según cifras oficiales, en ese periodo las fuerzas de seguridad mexicanas han detenido a más de 13,000 personas por delitos de alto impacto, asegurado más de 6,500 armas de fuego y decomisado 1.2 toneladas y 1.3 millones de pastillas de fentanilo. Estos resultados forman parte de la estrategia que México presenta como prueba de su compromiso en la lucha contra el crimen organizado.
Entre los extraditados, Rafael Caro Quintero representa uno de los mayores triunfos para Washington. Considerado uno de los capos históricos del narcotráfico mexicano, Caro Quintero pasó décadas en la mira de la DEA por el secuestro, tortura y asesinato de Enrique Camarena en 1985. Aunque fue detenido ese mismo año, obtuvo su libertad en 2013 debido a un controvertido fallo judicial. Su recaptura en 2022, en un operativo de la Marina en la sierra de Sinaloa, fue celebrada por el gobierno mexicano y ahora su extradición marca el cierre de uno de los capítulos más oscuros entre ambos países. La Fiscalía estadounidense ha adelantado que buscará la pena de muerte para el capo.
Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, líderes de Los Zetas, también figuran entre los extraditados. Formados originalmente como una fuerza de élite al servicio del Cártel del Golfo, Los Zetas se convirtieron en una de las organizaciones más sanguinarias del país, responsables de masacres, secuestros y extorsiones a gran escala. Su brutalidad quedó documentada en casos como la masacre de Allende, Coahuila, en 2011, cuando más de 300 personas fueron desaparecidas como represalia por una supuesta traición dentro del grupo.
Aunque ambos capos fueron detenidos hace más de una década, sus procesos de extradición se prolongaron por años debido a recursos legales promovidos por sus defensas, quienes incluso argumentaron que las autoridades los confundieron con homónimos. Ahora, finalmente enfrentarán la justicia estadounidense por cargos relacionados con tráfico de cocaína, lavado de dinero y homicidios.
Además de los líderes históricos, la lista incluye a figuras estratégicas dentro del actual panorama criminal. Entre ellos destaca José Ángel Canobbio, «El Güerito», operador clave de Los Chapitos, y Tony Montana, hermano de «El Mencho» y responsable de las finanzas del CJNG. También fueron entregados Martín Sotelo, vinculado al asesinato de un oficial en Carolina del Norte, y José Rodolfo Villarreal, «El Gato», acusado de ordenar el homicidio de un abogado vinculado al Cártel de los Beltrán Leyva.
Estos nombres formaban parte de una lista prioritaria de extradiciones elaborada por el gobierno de Estados Unidos dentro del marco del Entendimiento Bicentenario, un acuerdo bilateral en materia de seguridad. Documentos filtrados en 2022 revelaron que Washington exigía el regreso de al menos 60 criminales al año, destacando a Caro Quintero, los hermanos Treviño y «El Gato» como objetivos clave.
La extradición de estos 29 capos representa no solo un golpe simbólico contra el crimen organizado, sino también un gesto político de alto nivel en el marco de la compleja relación entre México y Estados Unidos. Con este movimiento, el gobierno de Claudia Sheinbaum busca mostrar resultados concretos en materia de seguridad y enviar un mensaje claro a Washington: México está dispuesto a colaborar, pero espera reciprocidad en temas clave como comercio y migración.