Actualmente en México, las pruebas clínicas que se usan en casos de padecimientos pulmonares son invasivas, incómodas para los pacientes, muy costosas y en muchas ocasiones inexactas. Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad de Guanajuato (UG) trabaja en una nueva técnica, que utiliza el principio de impedancia eléctrica y elimina las desventajas de las pruebas clínicas más comunes.
La impedancia eléctrica es una propiedad que tienen todos los materiales, “la resistividad al paso de una corriente eléctrica”, explica el Dr. José Marco Balleza Ordaz, investigador adscrito al Departamento de Ingeniería Física, en el Campus León de la UG. Las aplicaciones médicas comenzaron a darse alrededor de la década de los 80 en el monitoreo de la función pulmonar y se ha extendido a otras áreas.
Esta técnica permite, además, obtener imágenes para utilizarlas con diversos objetivos médicos, en patologías pulmonares, en la detección de lesiones de rodilla, en la detección del llenado de vejiga (en pacientes con discapacidad, que no tienen control sobre sus esfínteres); también se puede utilizar para detectar el avance de ejercitación muscular durante las sesiones de deporte, lo que ayudaría a evitar lesiones. Todas estas son líneas de investigación que se exploran en la UG, señala el académico del Campus León.
La Universidad de Guanajuato es puntera en el ámbito de la investigación a nivel pulmonar, en neumología. No solamente lo pensamos dejar a nivel de detección y monitorización del patrón ventilatorio, por lo que podría decir que somos la única universidad que actualmente está teniendo este tipo de investigaciones en el país, señaló el Dr. Balleza.
Una de las líneas más avanzadas es la monitorización del volumen circulante pulmonar. “Los métodos que existen son incómodos y poco exactos para medir el aire que moviliza un paciente”. Estos son invasivos, y en personas sanas no hay problema, pero cuando están enfermos (asma, enfisema, cáncer pulmonar), se complica la valoración del paciente.
La gran ventaja de utilizar impedancia eléctrica es que la técnica no es nada invasiva. “A partir de cuatro electrodos colocados en el tórax, es posible obtener una señal en términos de impedancia correspondiente al volumen de aire que estamos respirando”.
Los investigadores de la UG también trabajan en un estudio para analizar mediante impedancia eléctrica el volumen circulante en pacientes con hábito tabáquico. Y es que, en México, explica el Dr. Balleza, se carece de pruebas eficientes para diagnosticar a pacientes con este hábito –sólo se cuenta con espirometrías- y hay otras muy caras. Los aparatos de impedancia son libres de radiaciones, muy baratos y, por tanto, asequibles a cualquier persona. El médico podría detectar la ventilación pulmonar, analizar sus variables y así tener un diagnóstico más preciso de la patología del paciente, sostiene el académico.
Otra de las aplicaciones que exploran los investigadores de la UG es la detección de lesiones de rodilla. Actualmente los métodos son por imagen y extremadamente caros. Además, no hay ninguna técnica en el ámbito hospitalario que permita detectar lesiones teniendo la rodilla en movimiento. Con la técnica de impedancia, se colocan cuatro electrodos en la rodilla, “y mediante condiciones estáticas y en movimiento somos capaces de detectar leves inflamaciones en el tejido blando”.
El académico aclaró que el objetivo de este proyecto no es sustituir los actuales métodos de diagnóstico, sino aportar uno más y que por su costo sea accesible a la población.