
El Caribe mexicano enfrenta una de las temporadas más críticas de sargazo desde que comenzó el fenómeno en 2014. Expertos advierten que la cantidad de alga marina que llegará este año podría superar las 522 mil toneladas registradas en 2018, lo que representaría un nuevo récord en la región.
A través de imágenes satelitales, investigadores han detectado un cinturón masivo de sargazo que se desplaza desde las costas entre Brasil y África, atraviesa el Atlántico y el Mar Caribe, y amenaza con llegar hasta el sur de Estados Unidos. Según la científica Briggita Ine Von, este cinturón “es más grande que cualquier país existente” y su extensión podría medirse en cientos o incluso miles de kilómetros.
Lorenzo Álvarez, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, advirtió que el pico más alto de recale podría ocurrir en los próximos dos o tres meses. Señaló que, pese a los esfuerzos de los tres niveles de gobierno, la falta de seguimiento durante las temporadas de baja actividad ha limitado la efectividad de las acciones contra el fenómeno.
Álvarez destacó que una de las estrategias más efectivas ha sido la colocación de barreras para contener el alga, aunque lamentó que otros programas carecen de continuidad. También señaló la ausencia de sitios adecuados para confinar el sargazo retirado, lo que ocasiona lixiviados que contaminan los mantos freáticos y aportan nutrientes que alteran los ecosistemas lagunares.
En tanto, Von alertó que el impacto ambiental del sargazo es profundo y difícilmente reversible. “Los nutrientes que antes tardaban décadas en llegar a los ecosistemas ahora lo hacen en menos de un año, acelerando procesos de degradación”, explicó. Añadió que los ecosistemas marinos han perdido resiliencia, lo que los hace más vulnerables a huracanes, como ya se observó tras el paso del huracán Wilma en 2005.
De acuerdo con reportes de la Universidad del Sur de Florida, en mayo se detectaron 37.5 millones de toneladas de sargazo en el Atlántico, casi el doble de lo registrado en julio de 2018.
En Mahahual, hoteleros aseguran que la llegada de sargazo aún no alcanza niveles críticos, pero pescadores reportan parálisis total en sus actividades y la aparición de sardinas muertas en la orilla, atrapadas por el alga.
Mientras tanto, en Playa del Carmen, la secretaria de Medio Ambiente y Cambio Climático, Samantha Álvarez, informó que la entrada de vientos del sureste ha intensificado el recale en zonas como El Recodo y Punta Esmeralda, donde operan sin pausa más de 100 personas, brigadas estatales, elementos navales y maquinaria especializada.
“El Recodo es un punto rojo. Todos los años hay recale, pero este ha sido más intenso. Estamos operando al 100 por ciento”, subrayó la funcionaria.