“¡Primero tengo Patria, que partido!”
Reza así, la frase del general Miguel Negrete Novoa, quien con heroísmo defendió a los mexicanos con su ejército de Tetela de Ocampo en la batalla de Puebla aquel 5 de mayo de 1862, cubriéndose de gloria al hacer a un lado su ideología de conservador, poniéndose de parte del bando liberal; situación que a la postre lo llevó a ser considerado como el segundo héroe de dicha batalla al defender el Fuerte de Loreto.
Eso es tener patria, no como en la actualidad. Y digo esto, porque nuestros políticos de hoy: ¡Primero tienen ambición de poder y ganas de estafar al pueblo, que principios! Triste realidad, pero cierta. Una historia en donde los funcionarios compran mansiones a contratistas y estos obtienen millonarias cantidades en moneda extranjera del gobierno, en donde los políticos siguen en sus puestos y los empleados y periodistas que los denuncian pierden su empleo. Historia esta, en la que a nuestros corruptos los detienen en el extranjero y en suelo mexicano los exoneran. Una fábula, en la que se construyen carreteras que nos cuestan millonadas a los mexicanos y que su operación es concesionada a particulares para que se sigan enriqueciendo con el pago de nuestros peajes, ¿no las habíamos pagamos ya? Esto es no tener vergüenza.
Un doloroso cuento en nuestra historia reciente, en el que sus protagonistas nos han saqueado; con un reparto que a mi mente llega y que encabezan personajes como: Alejandra Sota Mirafuentes, Andrés Rafael Granier Melo, Ángel Heladio Aguirre Rivero, Arturo Montiel Rojas, Carlos Salinas de Gortari, César Horacio Duarte Jáquez, Fausto Vallejo Figueroa, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, Fidel Herrera Beltrán, Genaro García Luna, Guillermo Padrés Elías, Humberto Moreira Valdés, Ivonne Aracelly Ortega Pacheco, Javier Duarte de Ochoa, Jorge Emilio González Martínez, Jorge Hank Rhon, Luis Armando Reynoso Femat, Luis Videgaray Caso, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Manuel Añorve Baños, Marcelo Luis Ebrard Casaubón, María del Rosario Robles Berlanga, Mario Plutarco Marín Torres, Mario Ernesto Villanueva Madrid, Raúl Salinas de Gortari, Roberto Borge Angulo, Roberto Sandoval Castañeda, Rodrigo Medina de la Cruz y Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba, entre otros; actores que no se muestran por el momento de su aparición, ni por el tamaño de la fortuna que les hemos permitido forjar, ni por el color con el que simpatizan; simplemente se exponen siguiendo el orden convencional de alfabeto por su nombre de pila. Y por cierto, no debemos restar crédito a los dos peores comediantes: Carlos Antonio Romero Deschamps y Elba Esther Gordillo Morales; a quienes según la mayoría, debemos los grandes fracasos del país con las reformas energética y educativa, por las privatizaciones que tienen sumida en la pobreza a un mayor número de familias mexicanas.
Y ¿aquí termina esto? No, la triste historia continúa. Pero mejor que sean los presidentes nacionales de los partidos políticos los que nos expliquen: Ochoa ¿dónde quedó el dinero que obtuviste de la CFE de los contratos por la renta de equipo de transporte y de cómputo, que serviría para financiar tu frustrada campaña política al gobierno de Michoacán?, ¿verdad que solo utilizaste una parte para concesiones de taxi que compraste en forma ilegal en Nuevo León?, ¿y el resto? Anaya ¿en verdad crees que nos tragamos el cuento que tu riqueza es de abolengo?, ¿por qué tienes a tu familia viviendo en el paraíso de los políticos corruptos?, ¿no que amas profundamente este país?, ¿tú, no representas un peligro para México? Andrés Manuel ¿quién está financiando tu permanente campaña política?, ¿recuerdas que tan solo a tu chofer le pagabas sesenta mil pesos al mes?, ¿intuyes que en los Guinness World Records si puedes ganar? Ni como ayudarlos.
Muy probable es que el título de esta aterradora comedia, se lo debamos al finado y no bien recordado Carlos Hank González, quien desde su más profunda inspiración reveló: ¡Un político pobre, es un pobre político!
Lamentablemente, cada vez son más los políticos que exhiben este escudo como lema único de su quehacer político, y penosamente damos cuenta que en Guanajuato y principalmente en Salamanca, esto no es excepción; por eso de vital importancia es, que los salmantinos maduremos la posibilidad de la promoción de las candidaturas independientes, para evitar que los gobiernos locales de acción nacional y con quienes por debajo de la mesa formen alianzas, continúen endeudándonos; necesitamos un municipio pacífico y seguro, con verdaderas oportunidades de empleo, que otorgue estímulos a empresarios locales y menos cobijo a compañías extranjeras, con instituciones educativas de nivel superior gratuitas, con servicios públicos de primera y un medio ambiente saludable.
Demandamos de un gobierno que reclute servidores públicos de probidad comprobada, que nos dé la posibilidad a los ciudadanos que todos los días puedan ser 9 de diciembre, en insinuación al “Día Internacional contra la Corrupción”, con tan solo eso, la mayoría de nosotros estaríamos obteniendo un beneficio personal.
Recapacitemos si es sano, quedarnos sentarnos a contemplar la manera en que se incrementa el patrimonio de las familias en el poder, con propiedades e inversiones fuera de Salamanca, que es la fuente de sus excesos. Y ejemplos hay muchos.