
Una esperanza que demanda de nuestro esfuerzo
Por: Manuel De la Torre Rivera
Las perspectivas que ha levantado el futuro gobierno encabezado por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, están cargadas de la esperanza que se genera cuando en nuestra experiencia cotidiana nos damos cuenta que la situación social, económica, política y cultural, se ha visto deteriorada, tanto que nos hace creer que ya no es posible que la situación empeore y que por lo tanto, el cambio posible sólo puede ser para mejorar.
Pero los buenos deseos no pueden transformar la realidad del país, porque será necesario además de un cambio positivo en la administración política de la nación, un cambio en la participación popular que sea cualitativamente diferente de la que nos hace aceptar la costumbre, que en los hechos es una ausencia casi total de compromiso ciudadano, acompañada de una falta de conciencia cívica y organización social, para hacer que la sociedad se convierta de observadora pasiva en protagonista decisiva para ese cambio por todos anhelado.
Como ya lo habrá adivinado el lector, es necesario que el gobierno sea acompañado por la sociedad civil en ese proceso transformador, que en la realidad demandará de un enorme esfuerzo de reeducación y organización que puede llevar varios años, pero sólo así será posible cristalizar los sueños que hoy sólo son buenos deseos o quiméricas demandas de la ciudadanía.
Y es que ha sido tan grande el daño causado a la población, que ésta sueña quimeras que han provocado que el voto popular manifieste el cansancio con la situación prevaleciente en múltiples aspectos de la vida cotidiana, como son: la inseguridad social, la falta de empleo y subempleo de amplios sectores de la población, el deterioro de su calidad de vida, la pérdida de rumbo de la educación popular que reproduce individuos robotizados, que viven para trabajar en lugar de trabajar para vivir, que son esclavos del consumismo y experimentan enorme frustración por no alcanzar los patrones de vida impuestos por la propaganda mercantil, y tener que soportar jornadas en ambientes contaminados, plagados de dificultades para el transporte a sus lejanos centros de trabajo.
Para hacer realidad esos sueños, el gobierno entrante deberá hacer importantes cambios en todos los ámbitos de la administración pública y contar con el hilo conductor de la planeación integral para darle coherencia al programa derivado, contando para ello con todos los instrumentos para la gestión sustentable de los recursos naturales del país, desempolvando elementos como el ordenamiento ecológico del territorio y los recursos marinos, y reencauzando el uso sustentable de los mismos, estando atentos de los derechos de las comunidades que los habitan, en especial de los sectores vulnerables.
Todos estos elementos no serán fáciles de conjuntar sin un amplio esfuerzo educativo y organizativo de la población que retome los mejores ejemplos históricos de buen gobierno, que incentive a ese México solidario que vivió los sismos de 1985 y del año pasado. Así y sólo así podremos hacer realidad lo que hoy sólo son buenos deseos.
LAS CRITICAS QUE HACE EL PERIODICO EL SALMANTINO CONTRA EL GOBIERNO ES MUY SUAVE , COMO PARA QUE SUELTEN PUBLICIDAD O UN BUEN CHAYOTITO.